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La decisión municipal es definitiva. Los dos aparcamientos subterráneos previstos para Oviedo (la ampliación del de La Escandalera y el del Campillín) se van ... a realizar. El de La Escandalera cuenta ya con «cuatro o cinco» empresas interesadas en su ampliación, que pasará de las dos plantas actuales a «cuatro o, quizás, cinco» cuando se presente el proyecto y se defina el dibujo final, según aseguró este miércoles el alcalde, Alfredo Canteli. Y añadió: «La Escandalera, que se redactará proyecto y obra, es el gran parking de Oviedo, es un parking necesario para Oviedo, para el comercio. Primero haremos el proyecto y los pliegos y luego hablaremos de cuándo se pondrá en marcha la obra». Canteli no ofreció plazos para la tramitación aunque desveló que «todavía tardarán en salir». Será en octubre, previsiblemente, cuando salga a concurso, según el Plan Anual de Contratación del gobierno local.
El regidor habló también sobre el parking del Campillín, cuya tramitación «va más retrasada que la de La Escandalera, pero también se realizará». Eso sí, quiso huir de las polémicas con los vecinos al afirmar que «en ningún caso tocará el parque y sí un poco de la plaza de los Dominicos» y la calle Padre Suárez hasta su entronque con la calle del Marqués de Gastañaga.
La Agrupación vecinal Santo Domingo-Campillín ya ha alzado la voz contra el proyecto del aparcamiento subterráneo al considerar que «no se entiende cómo se puede desmantelar el segundo parque de la ciudad para hacer un parking». Proponen que se realice en otro lugar, «con entrada desde la glorieta de la Ronda Sur».
«Yo no hablo del Campillín nunca, hablo del aparcamiento de Santo Domingo, porque no toca el Campillín para nada», advirtió el regidor. «Toca la plaza que hay abajo y la calle y también la plaza de los Dominicos, pero muy poco. Ambos proyectos están en estudios previos, un poco más atrasado posiblemente el de Santo Domingo, pero los dos van a ir para adelante», sentenció.
Más allá de los proyectos urbanísticos que están marcha, la agenda del mandato de Alfredo Canteli como alcalde cuenta también con otros asuntos de interés como la instalación de ocho radares en las calles de Oviedo, por lo que el Ayuntamiento ha sido acusado de buscar un afán recaudatorio. Los radares empezarán a multar en el mes de noviembre.
«El objetivo de los radares es frenar la velocidad de los vehículos fundamentalmente. Se trata de radares disuasorios, no recaudatorios. La prueba es que muchos de ellos no van a tener radar porque hay más cajas, pero no más aparatos», anunció el primer edil.
En ese sentido, Canteli explicó su particular forma de enfrentarse a los radares. «En principio, cuando voy a ir por la Ronda Sur, si antes iba un poco alegre, pues ahora sé que tengo que ir como máximo a 50 kilómetros por hora, y así en el resto de las calles», resumió.
Y añadió: «Son disuasorios, fundamentalmente, no recaudatorios. O sea, que los radares serán los mismos que antes de instalar las nuevas ocho cajas. Es decir, había tres radares que se movían entre las cajas que había y ahora hay los mismos radares para las cajas puestas nuevas. A mí me explicaron muchas veces cuándo está y cuándo no está, pero no me entero, aunque me imagino que los conductores lo saben».
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