«Asumo el compromiso de devolver en cuatro años una ciudad mejor»

Alfredo Canteli asumió ayer el bastón de mando, recuperando así la Alcaldía de Oviedo para el Partido Popular. Lo hizo aupado en los votos de sus nueve concejales y el apoyo de los cinco de Ciudadanos, a los que agradeció -solo en el discurso de proclamación y de manera escueta- el haber alcanzado un acuerdo de coalición y «un marco de estabilidad». En realidad, ya como alcalde, no desveló grandes trazos maestros o urgentes para el municipio para prometer, en cambio, que entiende su puesto de primer edil «como un préstamo, que implica el compromiso de devolver dentro de cuatro años una ciudad mejor».

Afirmó que su «único fin» se centrará en una gestión municipal «eficaz», en la que «la resolución de los problemas y la satisfacción de las necesidades de los vecinos sean, en todo momento, el objetivo común de todos los que conformamos el Ayuntamiento». También agradeció a las anteriores Corporaciones y a los trabajadores de la casa «su esfuerzo y dedicación para atender las necesidades de los ovetenses».

Deseó, asimismo, «que Oviedo se convierta en esa ciudad soñada, de las oportunidades, atractiva, cultural y vital», y para ello abundó que su equipo de gobierno trabajará en políticas municipales «próximas y eficientes», para «resolver lo urgente sin dejar de actuar en lo futuro» y «gestionando con rigor los recursos» que los ciudadanos ponen en las manos de las administraciones vía impositiva.

En un Pleno romo, de apenas una hora y en el que solo se aplaudió dos veces, al Canteli candidato y al Canteli alcalde, el discurso del regidor quiso plasmar las diferentes realidades a las que se tendrá que enfrentar el bipartito. Apremió a consolidar «políticas orientadas a la cohesión social» a través de la creación de empleo y a que los «barrios cuenten con todos los servicios» rompiendo también con la «discriminación existente» para fijar población y rejuvenecer las parroquias de Oviedo.

En esa visión de futuro planteada para la ciudad, a la que aludió en su primera intervención citando sucintamente a los proyectos de El Cristo-Buenavista o La Vega, Canteli se dibujó como un colaborador «leal» y, a la par, un «duro» negociador. «Desde aquí quiero trasladar a los futuros gobiernos del Principado de Asturias y de España que en este alcalde van a tener a un colaborador leal, pero también a un negociador duro y exigente cuando se trate de conseguir lo mejor para Oviedo», sostuvo. «Desde ese respeto institucional, exijo y ofrezco cooperación, pero si alguien busca confrontación debe saberse que me tendrá enfrente defendiendo los intereses de los ovetenses», agregó.

Por otro lado, para «alcanzar los retos planteados», Canteli, que durante la campaña ha destacado su faceta de gestor sobre la política, también hizo un guiño a la sociedad civil. «El Ayuntamiento no debe ser el único protagonista. Vamos a involucrar a la sociedad ovetense en esta visión de futuro», indicó acerca de asociaciones de vecinos, organizaciones empresariales, entidades de apoyo a los colectivos desfavorecidos, comerciantes y al conjunto de los ciudadanos. Solicitó, «desde este momento», su colaboración. «Para construir ese Oviedo que soñamos, hay que contar con todos, escuchando desde la humildad, discrepando desde la lealtad, tomando decisiones desde la responsabilidad.

«De la oposición espero crítica constructiva, confrontación de ideas y proyectos», afirmó, pidiendo, en todo caso, «visiones contrapuestas» que pongan a «Oviedo por encima de cualquier otra consideración, porque es en beneficio de la ciudad como debemos actuar en todo momento».

Con nueve concejales y el gobierno por definir en las próximas horas, Canteli dio las gracias a «los miles de ovetenses» que dieron la oportunidad al Partido Popular de reconquistar la Alcaldía. «Con sus votos nos han encomendado la enorme responsabilidad de gobernar Oviedo durante el mandato que hoy se inicia», valoró. Citó, para acabar, al escritor Max de Pree. «La primera responsabilidad de un líder es definir la realidad. La última es dar las gracias. En el medio, el líder es un sirviente», declaró orgulloso.