Claveles para el Día de Covadonga «más atípico»

Durante parte de la mañana, el presidente del Centro Asturiano, José Manuel Granda, recibió allí a los socios y constató el «éxito» de la ofrenda floral. Ordenó que se sacasen fotografías a cada una de las familias participantes para después enviárselas a casa. Un recuerdo de un Día de Covadonga diferente.

La intención inicial de la junta directiva era repartir el bollo, celebrar la misa y la procesión y sellar la festividad con fuegos artificiales, pero las autoridades sanitarias prohibieron a principios de agosto la realización de este programa para evitar posibles contagios de la covid.

Con todo, los socios, como cada año, acudieron en masa a las instalaciones del Naranco para disfrutar de una «jornada diferente». «Está siendo un día de Covadonga de lo más atípico y da pena, pero la ofrenda floral es un gesto muy bonito», apuntó la familia formada por Pablo Baños, Cecilia Juesas y su hijo Favila. Los tres disfrutaron de una comida al aire libre, bollo incluido.

Familias y amigos coparon las mesas repartidas por los jardines del club. A las dos de la tarde era difícil hallar un hueco libre. No faltó el grupo de Alejandra Mendonza, es una tradición: «Cada 8 de septiembre nos juntamos cuatro parejas de amigos y hacemos una parrilla en el Centro». Ellos, ante el fuego, exhibiendo mandil, prepararon desde costillas hasta pinchos morunos.

Las medidas de seguridad reinaron durante toda la jornada. Hasta el momento, el Centro Asturiano no ha registrado ningún caso de la covid. Varios operarios se encargaron de desinfectar cada rincón del club y los socios también colaboraron manteniendo en todo momento las distancias de seguridad y portando mascarillas. Responsables del Centro controlaron, además, que los grupos no excediesen el número de personas permitidas: «Nosotros somos diez», contó Dolores del Castillo, quien disfrutó de la jornada con los padres de los amigos de sus hijos: «Algunos somos socios desde hace tiempo y otros nuevos», señaló mientras los pequeños jugaban a un partido de fútbol.

La pandilla encabezada por Rogelia González y Laura del Prado también cumplió con las normas, pero echaron de menos la entrega del bollo, compatible, a su juicio, con el escenario que ordena la pandemia: «Se podía haber repartido manteniendo las distancias de seguridad, pero cuando llegamos aquí vimos que no lo habían. Lo importante, no obstante, es pasar el día con amigos y la familia».

Al término de la jornada, en la que no faltaron las actividades deportivas, el presidente del club se mostró «contento, a pesar de todo ha habido mucha gente», valoró.

Mientras, la nueva normalidad se sigue instaurando en las instalaciones del Naranco. Prueba de ellos es que ya se han abierto las inscripciones para los cursillos de natación o la exposición que cuelga ya en el edificio principal, fruto de una colaboración entre el club y el Colegio de Enfermería.