Las obras del plan director del Campo San Francisco comenzarán por los espacios «más deteriorados»

Antes del inicio de los trabajos, la Consejería de Cultura deberá dar su autorización al documento sobre las pautas de restauración al tratarse de un espacio declarado Jardín Histórico e incluido en el Inventario de Patrimonio Cultural del Principado en 2016.

El avance del plan director enumera decenas de deficiencias, destacando especialmente las de carácter viario. Entre ellas, urge el arreglo del emblemático paseo de los Álamos, cuyo mosaico se encuentra en «un grado de deterioro notable con pérdida de piezas y planeidad del pavimento», así como numerosas perforaciones en el suelo como «huella de los anclajes empleados» durante la celebración de sucesivos eventos. Los bordillos también presentan daños y existen elementos decorativos con «óxido», según se recoge en el proyecto.

Canteli prioriza este tipo de mejoras. «Todo es viable, a corto plazo está la recuperación del Campo en sí». Algunas obras, de hecho, ya han comenzado. Tres de las fuentes más destacadas, la Fuentona, las Ranas y el estanque de los patos, recuperaron el agua a finales del año pasado. El parque canino ha cambiado de emplazamiento y se renueva el cierre del estanque de los patos. Además, ya solo es cuestión de días la instalación de las sesenta y cinco nuevas señales botánicas. «Estamos haciendo permanentemente cosas y se van viendo mejoras», abundó ayer el primer edil.

El avance del plan director refleja «actuaciones urbanas de más calado», como la prolongación de la zona peatonal hacia Llamaquique o por el tramo de la calle Uría. Según indican los arquitectos esto último tendría «un fuerte impacto» sobre el tráfico proveniente de la calle Marqués de Santa Cruz, por lo que esta medida solo será posible en el «futuro». La propuesta baraja soterrar el tráfico, reconociendo el impacto sobre el aparcamiento aunque no tendría por qué desaparecer. Sobre este asunto, el regidor se mostró ayer a favor de «mantener y si podemos mejorar» dicho parking.

El proyecto incluye otras renovaciones como la del aguaducho, con un «deterioro irreversible» y que será sustituido en las próximas semanas por una nueva estructura, o la mejora de la iluminación y la colocación de cámaras de seguridad en el paseo de la Herradura. La parte trasera de la biblioteca de La Granja, señalan, también ha sufrido últimamente la acción de los vándalos y luce grafitis. Mención aparte realizan del kiosco de la música del Bombé, que lleva seis años andamiado después de la paralización de las obras de restauración, y proponen la retirada del edificio de Pavo Real -donde el alcalde proyecta un restaurante- o un cubierta pétrea para recuperar el espacio libre del entorno del kiosco diseñado por Juan Miguel de la Guardia.

Tras conocer el plan director, el Grupo Municipal de Somos acusó ayer al equipo de gobierno de «sectaristas» porque hasta ahora «han negado la oportunidad de conectar el Campo y la necesidad de rehabilitar el paseo de los Álamos». Dos medidas que urgen: «El mosaico de Antonio Suárez estaría ya reparado si no hubieran paralizado ese concurso», concluyó Ignacio Fernández del Páramo.