Fran del Cid, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios: «Oviedo tiene un gran potencial para atraer talento y proyectos»
«Será a partir del próximo año cuando empezaremos a ver los primeros casos de éxito con el plan de relevo generacional»
A finales de julio, Fran del Cid, gijonés de 35 años y licenciado en Máquinas Navales por la Universidad de Oviedo, dio un importante ... paso en su carrera. El fundador y CEO de Bosquia, una compañía de reforestación que se ha ocupado de recuperar el monte Naranco tras el gran incendio, salió elegido presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) en Asturias, que acaba de renovar un contrato con el Ayuntamiento de Oviedo para fomentar el emprendimiento juvenil y continuar con el programa de relevo generacional.
–Acaban de renovar el convenio con el Ayuntamiento de Oviedo. Uno de los objetivos es impulsar el emprendimiento juvenil. ¿Cuáles son las principales trabas que se encuentra un joven emprendedor?
–Además de las clásicas dificultades para acceder a financiación, hay una gran falta de capacitación con la que un emprendedor se encuentra al empezar. A menudo no tiene las herramientas necesarias en áreas clave como gestión financiera, marketing o legalidad. También pesan mucho la burocracia y la lentitud de los trámites. Todo esto desanima y retrasa proyectos que podrían generar empleo y riqueza.
–¿Cómo se les podría ayudar más desde las administraciones?
–Si realmente se quiere ayudar al joven emprendedor, las cargas fiscales iniciales no tienen sentido que sean las mismas que para una empresa ya consolidada. Habría que ofrecer un marco fiscal progresivo, con menos presión en los primeros años y más facilidades de acceso a recursos formativos y de asesoramiento.
–¿Es Asturias una comunidad fácil o difícil para emprender?
–Asturias tiene mucho talento y recursos, pero también algunas barreras estructurales. Somos una región pequeña, con menos tejido empresarial que otras más industrializadas, y aun así soportamos una carga impositiva alta comparada con nuestros vecinos. Sin embargo, la calidad de vida aquí es muy alta, lo que hace que mucha gente quiera quedarse y generar riqueza. El reto está en agilizar trámites y atraer inversión.
–¿Cuáles son los sectores más atractivos para montar una empresa?
–En Asturias hay oportunidades en sectores muy diversos: desde la economía verde y la transición energética, hasta el turismo de calidad, la agroalimentación innovadora y las industrias creativas. Somos una tierra pequeña, pero con espacio para proyectos con visión y diferenciación.
–El segundo objetivo es desarrollar un plan de relevo generacional en los negocios. ¿Cuáles son los ejes fundamentales?
–Queremos identificar negocios rentables cuyos propietarios estén cerca de la jubilación y facilitar su continuidad a través de jóvenes emprendedores. Esto implica asesoramiento, acompañamiento en el traspaso y, sobre todo, romper la barrera de la desconfianza entre quien deja un negocio y quien lo asume.
–¿Qué está pasando para que nadie quiera tomar las riendas de negocios que son rentables?
–Falta relevo porque muchos jóvenes ven más cómodo buscar un trabajo por cuenta ajena que asumir el riesgo de ser empresario. También influye que muchos negocios no estén modernizados o no tengan un modelo claro de transición.
–¿Ya han conseguido 'salvar' alguno?
–El programa consta de varias fases, y este primer año hemos estado en una fase de prospección, identificando locales, negocios y personas interesadas en el relevo. Ha sido sobre todo un año para detectar oportunidades y preparar el terreno. Será a partir del próximo año cuando empezaremos a ver los primeros casos de éxito.
–Alrededor del 25% de los locales en Oviedo están cerrados. ¿A qué se debe y cómo se puede remediar?
–Los locales comerciales son un termómetro de la economía de una región. Ver cada vez más persianas bajadas no augura nada bueno. Muchas veces, las trabas de los ayuntamientos hacen que los negocios tradicionales no puedan competir con el comercio 'online', que no está sujeto a las mismas regulaciones. Para revertirlo, hay que reducir burocracia, ofrecer incentivos y ayudar a que el comercio local se digitalice y pueda competir en igualdad de condiciones.
–¿Cuáles van a ser las próximas líneas de actuación?
–Vamos a seguir impulsando el emprendimiento juvenil y el relevo generacional, que son nuestras dos grandes prioridades. Queremos que nuestros asociados perciban de forma clara y tangible los beneficios de estar en AJE. Si reciben más de lo que esperan, serán nuestros mejores embajadores y lograremos multiplicar el número de socios.
–¿Por qué se ha decidido a dar el salto a la presidencia de AJE?
–Entré en AJE hace 7 años, cuando me hice autónomo. Poco después me propusieron formar parte de la junta directiva y en los dos últimos años he sido vicepresidente. Asumir ahora la presidencia ha sido un paso natural y lógico después de este recorrido dentro de la asociación. El cargo impone, pero cuento con una junta y un equipo que me respaldan, y eso me aporta mucha tranquilidad.
–¿Cómo ha elegido a su equipo?
–Nuestro anterior presidente, Pablo García, me lo puso muy fácil. La junta la formamos la directiva saliente, que ya había conformado Pablo, junto con cuatro nuevas incorporaciones que yo he elegido recientemente y que aportan frescura. Próximamente habrá más incorporaciones.
–Comentaba que asumía el reto de escuchar a los asociados. ¿Cuáles son sus mayores preocupaciones?
–La asociación la forman perfiles muy diversos: desde jóvenes que están empezando, hasta empresas consolidadas con decenas de empleados. Por eso las preocupaciones son muy distintas. Estoy conformando una junta heterogénea que represente esas diferentes realidades para dar respuesta a todos.
–Más de 14.800 jóvenes asturianos ni estudian ni trabajan. ¿Qué está ocurriendo?
–Creo que es un reflejo del estado de nuestra sociedad. Esos jóvenes están en el pico máximo de energía vital y, lejos de querer comerse el mundo, se encuentran en la apatía. Debemos hacer un ejercicio de autocrítica y analizar qué está fallando en nuestro sistema educativo y en nuestra sociedad.
–Los sueldos de los trabajadores de entre 25 y 34 años son un 23,5% menores que la media de los asalariados. ¿Cómo interpreta estos datos?
–Son una consecuencia directa de un mercado laboral que no reconoce el talento joven y que penaliza la experiencia incipiente. Esto provoca fuga de talento y frena el desarrollo económico. Hay que apostar por empleos de calidad para retener y motivar a las nuevas generaciones.
–Usted es de Gijón pero… ¿cómo ve Oviedo?
–No soy de Oviedo ni de Gijón, aunque estudié, viví y emprendí en Gijón. Quizá por eso muchos piensan que soy de allí. Veo Oviedo como una ciudad con gran potencial para atraer talento y proyectos, con un comercio que debe revitalizarse y con un enorme patrimonio cultural que hay que poner más en valor.
«En zonas reforestadas del Naranco ya se ve una recuperación tanto del entorno como de la biodiversidad»
–Con su empresa, Bosquia, trabajan en la reforestación del monte Naranco tras el incendio. ¿Cómo van esos trabajos?
–Van bien, aunque es un proceso lento. Hemos reforestado con árboles autóctonos una parte importante de la zona afectada, y así lo seguiremos haciendo los próximos años. Recuperar un monte lleva tiempo y requiere constancia. Estamos combinando plantaciones con seguimiento técnico para asegurarnos de que los árboles crezcan en las mejores condiciones posibles.
–¿Cómo son estas labores de reforestación?
–Son trabajos que combinan plantación y seguimiento para asegurar que los árboles se establezcan bien y el ecosistema se regenere de forma natural.
–¿Ya se empiezan a ver resultados?
–Las primeras plantaciones se iniciaron hace dos años y aún es pronto para apreciar un cambio claro en el paisaje, pero en las zonas reforestadas ya se ve una recuperación tanto del entorno como de la biodiversidad. Los árboles jóvenes están creciendo bien y empiezan a atraer fauna, especialmente insectos, lo que indica que el ecosistema se está regenerando. Aún queda mucho por hacer, pero los primeros pasos ya están dando sus frutos.
–¿Cuándo volverá el monte Naranco a recuperar los niveles de antes del fuego?
–Gran parte del territorio quemado eran eucaliptos y, tras el incendio, los estamos sustituyendo por arbolado nativo mixto. Este tipo de bosque es más lento en su crecimiento, pero ayuda a regenerar el ecosistema con especies más adaptadas al entorno. Confiamos en que no haya más incendios y en que nuestros hijos y nietos puedan disfrutar el día de mañana de un bosque real en el Naranco.
–¿Qué otros proyectos le gustaría desarrollar con su empresa en Oviedo?
–Nos encantaría seguir impulsando proyectos de reforestación y restauración ambiental en otras zonas del municipio, no solo en el Naranco. Por eso tenemos una línea de comunicación abierta con el Ayuntamiento y con cualquier ciudadano que disponga de un terreno en Oviedo y quiera convertirlo en un bosque autóctono. Solo tienen que ponerse en contacto con Bosquia y estudiaremos su caso en detalle.
–¿Qué medidas se pueden tomar para evitar grandes incendios?
–La clave está en la prevención. No podemos actuar solo cuando el fuego ya está declarado. Hay que mantener el monte limpio, controlar las especies pirófitas y tener cortafuegos bien mantenidos. También es fundamental implicar a la población local, porque los vecinos son quienes mejor conocen el terreno y pueden detectar riesgos a tiempo. Y, por supuesto, endurecer las penas para quienes provocan incendios. Hoy en día, con la ley de bienestar animal, si maltratas a un animal doméstico te enfrentas a grandes sanciones, y eso está muy bien. Sin embargo, quienes queman un bosque —matando miles de vidas animales y vegetales— muchas veces quedan impunes porque apenas se investiga ni se castiga a sus causantes.
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