Ginkgo asumirá íntegramente los 6,6 millones que costará la descontaminación de la Fábrica de Gas de Oviedo
La parte más costosa es la gestión de tierras, por 3,3 millones, mientras que la limpieza y tratamientos en el gasómetro sumará otros 630.000 euros
Ginkgo Advisor, el fondo de inversiones a cargo de la transformación de la Fábrica de Gas en un complejo residencial de usos mixtos ... y con nuevos espacios urbanos, acometerá próximamente la hercúlea tarea de descontaminar las miles de toneladas de tierras impregnadas de hidrocarburos –entre otras cosas– de los terrenos de la antigua factoría de gas y electricidad. Lo hará sin financiación pública de ningún tipo. La inversión privada asumirá de forma íntegra los más de 6,6 millones de euros que costarán el amplio puñado de actuaciones previstas para esta fase de las obras, necesaria para que sobre ella se construya el conjunto diseñado por el arquitecto navarro Patxi Mangado. Un enorme desembolso que, tal y como han defendido en diferentes ocasiones desde el fondo –y así lo ha hecho también el propio Mangado–, obliga a aumentar el volumen edificable del proyecto hasta el techo de las 169 viviendas. Son muchas más de las que prevé el plan especial de César Portela; no obstante, Ginkgo ha añadido a la ecuación 3.000 metros cuadrados de suelos colindantes de la calle Paraíso, tal y como adelantó EL COMERCIO.
Descontaminar la Fábrica de Gas siempre ha sido el principal handicap a la hora de abordar esta compleja pieza urbanística en el corazón del Oviedo Antiguo. Según las previsiones económicas del fondo, que inició los derribos a finales de mayo, sólo la gestión de tierras en vertederos autorizados costará 3.339.000 euros. Al detalle, la cantidad de tierras peligrosas en el ámbito sube a 9.000 toneladas; 18.500 son de tierras no peligrosas y 52.000, de tierras inertes.
Además, la demolición de cimentaciones o subestructuras y la gestión de residuos asciende a 435.000 euros; medio millón de euros adicionales se los llevará la gestión de aguas a través de la instalación de dos barreras hidráulicas con pozos de bombeo y el tratamiento de aguas mediante filtración con arena y carbón activo; la excavación selectiva de tierras y las medidas de gestión contra los olores (nebulización, tratamiento de aire o aislamiento de zonas de excavación) consumirán más de seiscientos mil euros; otros 630.000 se corresponden con el coste adicional para la rehabilitación del gasómetro mediante una limpieza industrial, el tratamiento de efluentes y el desmantelamiento y gestión de residuos.
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El capítulo de costes no se acaba ahí. Ginkgo Advisor se gastará otros 150.000 euros en ingeniería medioambiental, amén de 563.000 para todo lo que tiene que ver con las contingencias. ¿Cuáles? La ampliación del seguimiento ambiental durante varios años más de lo planeado, las caracterizaciones adicionales en laboratorios de suelos y análisis químico de aguas, la inmovilización de materiales y la gestión de posibles residuos enterrados, tanto líquidos o productos puros, ya sea como residuos o en depósitos y tanques enterrados.
Sin fondos europeos
Todo ello suma la friolera de 6.604.500 euros. Costes que serán asumidos completamente por el fondo de inversiones porque, según manifiestan las fuentes de Ginkgo consultadas, «no existen vías de financiación específicas para ello». Si las hubiera, razonan, puede que el problema ya se hubiera resuelto hace tiempo sin falta de que los privados adquiriesen el ámbito.
Lo que no está incluido en dicho presupuesto son las medidas de conservación o rehabilitación de los elementos catalogados, ni las medidas de sostenimiento para la excavación interior de la nave de la Sociedad Popular Ovetense. La intención de Ginkgo, especialista en la regeneración urbana de este tipo de suelos y con ejemplos de éxito en diversos puntos de Europa, es agilizar al máximo el proyecto, pero «siempre cumpliendo los plazos que marca la administración».
En Oviedo –porque también han iniciado otro proyecto en Gijón–, proponen una suerte de torre de cristal en el gasómetro y la distribución de los volúmenes edificables a través de una gran plaza central arbolada con cinco accesos amplios a los barrios desde el casco histórico. Entre ellos, uno que discurrirá entre el complejo y las inmediaciones de la Catedral a través de una pasarela voladiza con vocación de singularidad arquitectónica.
El proyecto completo pasa de largo de los 52 millones y habrá culminado, según el planteamiento inicial, dentro de unos seis años.
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