Una marea verde de corredores llena Oviedo contra el cáncer

Oviedo se tiñó de verde este domingo gracias a las 1.500 personas que convirtieron las calles de la ciudad en una auténtica marea de solidaridad y esperanza. La ocasión fue la octava edición de Oviedo en Marcha contra el Cáncer, organizada un año más por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Asturias, un evento que une deporte, concienciación y recaudación de fondos para la investigación.

La encargada de cortar la cinta inaugural fue la consejera de Salud del Principado, Concepción Saavedra, quien celebró la alta participación como un reflejo del compromiso ciudadano. Remarcó que cada año «aumenta la concienciación y la sensibilización de ayudar y cuidarnos». Además, subrayó el doble propósito de la jornada: «Aquí nos cuidamos porque hacemos ejercicio, pero también recaudamos dinero para la investigación contra el cáncer», un objetivo fundamental para seguir avanzando en la lucha contra la enfermedad.

Por su parte, la vicepresidenta de la AECC en Asturias, Carmen Fernández, agradeció la masiva respuesta de los participantes, pero también aprovechó para lanzar un importante mensaje de prevención. Se mostró «preocupada por el incremento en los datos de tabaquismo» y recordó la importancia de los hábitos de vida saludables. Pidió «tener cuidado con la alimentación» como una de las claves para reducir el riesgo.

En el plano deportivo, la carrera tuvo dos claros protagonistas: Carmen García Riaño y Pablo Rodríguez fueron los primeros en cruzar la línea de meta. Completaron el recorrido en un impresionante tiempo de tan solo catorce minutos desde el pistoletazo de salida.

Para García Riaño, una veterana de la prueba, el ambiente es uno de los grandes atractivos. «La corrí el año pasado y me parece una carrera dinámica y bonita, con muy buen ambiente. Espero correrla muchos años más y animo a que todos vengan», declaró entusiasmada tras su victoria. Pablo Rodríguez, aunque corredor habitual, destacó el valor simbólico de su esfuerzo. «Cada kilómetro es satisfactorio», comentaba visiblemente contento. «Aunque corro habitualmente, esto es diferente. Es poner, poco a poco, un grano de arena», concluyó, resumiendo el sentir de los miles de participantes que, con cada paso, contribuyeron a una causa común.

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