El Ministerio de Defensa espera recibir las primeras unidades del blindado VAC en 2026

Este megaprograma supone una de las patas fundamentales sobre las que el departamento de Margarita Robles sustenta la estrategia de modernización integral de las Fuerzas Armadas –el conocido proyecto Fuerza 35– y concluirá esta primera fase de fabricación, previsiblemente, a lo largo de 2035. Es decir, más de diez años de carga de trabajo asegurada en la factoría armamentística de la villa cañonera. No obstante, aún podría ir más allá, ya que el Gobierno central tiene la necesidad de sustituir casi un millar de unidades de los vetustos TOA (Transporte Oruga Acorazado) M-113, algunos con seis décadas.

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El VAC es un moderno blindado a cadenas que se basa en uno de los vehículos más exitosos de General Dynamics European Land Systems: el Ascod 2. Un gigante que las tropas españolas conocen bien, ya que no es otro que el Pizarro o, más recientemente, el Castor de zapadores. El VAC incluirá los más modernos desarrollos tecnológicos sobre esa base para la creación de un vehículo totalmente nuevo y que rivalice muy de cerca con las principales opciones que existen hoy en día en el terreno europeo.

Serán diez, en ese sentido, las versiones en las que se fabricará el VAC en esta primera fase de producción del megacontrato. La primera, la de transporte blindado de personal, de la que se producirán 114 unidades. Tras esta, habrá versiones portamorteros (40 unidades), con un sistema de misiles contracarro de largo alcance (32), observadores avanzados de artillería (12), carga abierta sin blindaje y con grúa (92), carga con habitáculo blindado (12), puesto de Mando (36), ambulancia blindada (22), recuperación (22), amén de una docena más para ingenieros que serían muy similares a los VCZAP Castor que se están ultimando para el Ejército de Tierra, al menos en sus formas. El gráfico que acompaña a esta información adelanta cómo serán todos esos blindados.

Para futuras posibles extensiones del programa, el Ministerio de Defensa plantea crear dos nuevas versiones del VAC, tal y como anunciaron durante el pasado mes de enero en Londres representantes de las Fuerzas Armadas durante su participación en la Conferencia Internacional de Vehículos Blindados (IAVC por sus siglas en inglés). Uno sería una versión de combate de infantería dotado con un cañón principal; el otro, un vehículo autopropulsado con una torre de 155/52. Precisamente, una de las necesidades que acaban de anunciar las Fuerzas Armadas y que ha llevado a la fábrica de armas de Trubia, tal y como adelantó EL COMERCIO, a reactivar la maquinaría para la fabricación de piezas de obús en el taller de artillería.

Lo que está claro es que el VAC tendrá un impacto enorme en Asturias. Más de 936 millones de euros y casi seiscientos nuevos puestos de trabajo, entre directos, indirectos e inducidos.