«Nuestro hijo era cariñoso, noble, buena persona y con el mejor corazón del mundo»

Como una pesadilla de la que quisieran despertar. Así resumió la familia del joven fallecido, ahogado en una poza del río Nalón en Las Caldas, los duros momentos que están sufriendo. Ayer, los restos mortales de Juan Carlos Menéndez Marcos, 'Juanqui', de 19 años, eran velados por sus padres, su hermana Lucía y sus tíos en Los Arenales. Hoy, a las cinco de la tarde, se celebrará el funeral en la capilla del mismo tanatorio.

Fue a mediodía cuando llegaron sus familiares. Imposible contener el dolor y las lágrimas tras la pérdida repentina de un hijo. Visiblemente emocionado, pero sin perder la entereza, su padre, Juan Carlos Menéndez, recordó a 'Juanqui' tal como era: «Cariñoso, noble y buena persona. Tenía el mejor corazón del mundo». Junto a él, su hija de 17 años, rompía a llorar al recordar a «una persona increíble, el mejor hermano que podría tener en este mundo», aseguró Lucía.

Juan Carlos Menéndez Marcos habría cumplido 20 años en diciembre, pero la fatalidad se cruzó en su camino este miércoles. Decidió con sus amigos pasar la tarde en la conocida como playa fluvial de Las Caldas. Un pedrero a orillas del río Nalón, ubicado entre la piscina municipal de la localidad balnearia y Caces. «Nosotros no sabíamos que iba a ir al río porque no le gustaba el agua, no sabía nadar», explicó su madre, María Fermina Marcos. La hermana del fallecido recordó que cuando el joven comunicaba que iba a ir a la playa con sus amigos, ella le aconsejaba que «no fuera» por temor a que se metiera en el mar. «Yo le decía que iría con él porque yo sí sé nadar y me hacía caso». Una advertencia que el joven no llevó a la práctica la tarde del miércoles: se metió en las aguas del río Nalón y ya no pudo salir de ellas.

Todo apunta, según fuentes de la investigación que está llevando la Guardia Civil, a que una de las fuertes corrientes, visibles a golpe de vista en esa zona, lo envolvió sin que pudiera hacer nada para zafarse. Los amigos que lo acompañaban vieron como se sumergía y le perdieron la pista. Sucedió a las cuatro y veinte de la tarde. El cuerpo no pudo ser recuperado hasta las siete menos cuarto. Con la ayuda de un dron de un vecino de la zona, efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Oviedo lo hallaron a escasos metros del último punto donde le vieron sumergirse sus amigos.

'Juanqui', como así le llamaban sus familiares y amigos era un aficionado a los coches de rallye pero si por alguien se desvivía era por su abuela materna. Con ella y con una tía, convivía en la calle Padre Aller, en Vallobín. Sus padres residen en el barrio de La Florida, junto a su hermana. «Tenía pasión por su abuela y por Tineo», explicó su padre. La familia es oriunda de Sangoñedo.

El joven, actualmente al paro, trabajó como fontanero tras cursar un módulo. Su etapa escolar la pasó, hasta cuarto de la ESO, en el colegio Santa Teresa de Jesús, las Teresianas. El director del centro, Ramón Eliseo Fernández, dijo de él que era «un pedazo de pan, un bonachón». El colegio colgó en sus redes sociales un cariñoso pésame a la familia y una carta recordando la figura de 'Juanqui'. «Nunca perdió la comunicación con sus compañeros de colegio, ni ellos con él. Era muy buena persona».

«Bonachón, muy noble y se llevaba bien con todo el mundo», subrayaron sus amigos. Un «gran chico» que vio truncada su vida el miércoles por la tarde.