Los vecinos piden que se prohíba el baño en varios tramos del río Nalón

«Los vecinos de Las Caldas nunca nos hemos bañado en esa zona. Es peligrosa», así calificó, José Ángel Fernández, presidente de la asociación de vecinos de Las Caldas, el tramo del río Nalón donde este miércoles perdió la vida Juan Carlos Menéndez, de 19 años, tras ahogarse en sus aguas. Un tramo, próximo al puente que cruza las localidades de Caces y Las Caldas, donde el río se bifurca alimentando las corrientes y los remolinos, continuos y visibles a simple golpe de vista.

«Sabemos que es una zona peligrosa de pozos y corrientes», incidió Fernández. Desde hace una década se ha convertido en una improvisada playa fluvial. Muchos son los bañistas, sobre todo jóvenes, que se acercan al pedrero para disfrutar del buen tiempo. «La gente se mete al agua sin saber de su peligrosidad. Sobre todo cuando sueltan las compuertas y sube el caudal. Se lo toman a la ligera y esto es un río», advirtió.

Este es uno de los motivos que esgrimen los vecinos para solicitar que se prohiba el baño en el lugar donde pereció el joven. Ningún cartel avisa de la existencia de corrientes, ni del peligro de meterse en las aguas. El baño está permitido.

Desde la localidad vecina de Trubia, sus vecinos también advirtieron de la peligrosidad de utilizar el río Nalón como playa fluvial. «Su tramo urbano jamás fue una zona de baños por sus especiales características y peligros derivados de su uso industrial», argumentaron desde la Asociación Patrimonio Histórico Industrial de Trubia.

De ahí que hayan solicitado a la Confederación Hidrográfica del Norte que «señalice aquellos puntos del río Nalón más peligrosos para el baño», que desde la asociación señalan entre el curso del río que discurre por la localidades de Soto de Trubia, Godos, Rubiera, Caces y Las Caldas.

La Federación de Asociaciones de Trubia, por su parte, apeló a los ciudadanos para que «no se bañen» en el Nalón por sus corrientes, cambios de caudal y pozos oculto. Y señaló concretamente del riesgo que supone para los bañistas las zonas «de Soto, el azud de Gortayo o Godos».

Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Norte explicaron ayer que el agua de los ríos es de «uso común», es decir que su caudal se puede utilizar para beber, bañarse o abrevar el ganado. Y destacó que carece de potestad para prohibir los baños. De lo que sí es responsable es de autorizar a las administraciones competentes la realización de obras en el entorno fluvial.

El Ayuntamiento de Oviedo, por su parte, no prohibirá, al menos «de momento», el baño en la playa fluvial de Las Caldas. Según confirmaron fuentes municipales, es una idea que no se baraja. El trágico suceso de Juan Carlos Menéndez ha hecho que los vecinos de la zona retomen una idea que no es nueva. No es la primera vez que solicitan la prohibición expresa del baño en esta zona del río Nalón.

El Ayuntamiento apeló a «la responsabilidad ciudadana» para evitar situaciones como la vivida este miércoles. Aun así, no cerraron la puerta a esta propuesta y no descarta que a futuro se pueda «acotar la zona de baño o prohibirlo».

La conocida como playa fluvial de Las Caldas es un terreno pedregoso que se ha convertido en zona de baño carente de señalización y vigilancia. Se accede a ella pasando el aparcamiento de las piscinas municipales. Para elevar este tramo a playa fluvial de manera oficial tendría que ser el Ayuntamiento el encargado de ello. Si así fuese, en la zona debería actuar como si de una piscina municipal se tratase, es decir señalizarla, contratar socorristas o habilitar duchas.