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Luis Fernández-Vega ('Ovetense del año 2015'), Francisco Rodríguez y Bernardo Gutiérrez de la Roza (2017).

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Luis Fernández-Vega ('Ovetense del año 2015'), Francisco Rodríguez y Bernardo Gutiérrez de la Roza (2017). FOTOS: ÁLEX PIÑA

«A Oviedo soy de los que vuelven y de los que, desde luego, siempre volverán»

Francisco Rodríguez recibe el 'Ovetense del Año' glosado por el exalcalde Antonio Massip ante casi 400 asistentes en el Reconquista

ALBERTO ARCE

OVIEDO.

Viernes, 29 de marzo 2019, 01:11

Francisco Rodríguez, presidente y fundador de la multinacional láctea ILAS-Reny Picot, y 'Ovetense del Año 2018', distinción que otorga la revista 'Vivir Oviedo', agradeció ayer con modestia el premio ante las casi cuatrocientas personas que se congregaron para homenajearlo en el hotel de la Reconquista. «Este es, sobre todo, un acto de unión entre la Asturias del centro y la de las alas», relató con la voz ligeramente quebrada, quizás por las terminales de aeropuerto, después de clamar un «gracias». Unas de esas que, en sus palabras, «por mucho que se digan, no llegan a igualar el sentimiento».

El cangués (Leitariegos, 1937) es licenciado en Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo. Terminó su formación empresarial en Francia y emprendió en 1960 su aventura láctea en un antiguo salón de Anleo -en el concejo de Navia- reconvertido a quesería, que le llevó a posicionarse como el presidente de la primera multinacional de su sector de todo el panorama español, una referencia internacional con presencia en dieciséis países. Allí, además, ante el nutrido público, fue glosado por el exalcalde de Oviedo, Antonio Massip. «'Paco' Rodríguez, y no Jovellanos, se dio cuenta de la importancia económica de la leche para Asturias».

El jurado, presidido por Santiago González-Alverú, y del que forma parte este diario, reconoció por unanimidad su recorrido «personal y empresarial, y su gran espíritu emprendedor que nunca ha perdido su vinculación» con la región. «Para Oviedo y para Asturias es un orgullo contar con ciudadanos como Paco Rodríguez», sentenció el propio González-Alverú momentos antes de que Rodríguez tomase la palabra.

Un paseo desde el XIX

El fundador de 'La Reny', como la conocen los naviegos, convirtió su discurso en un paseo que comenzó en la Europa romántica del siglo XIX de la mano de Gustavo Adolfo Bécquer («formado en el bando de las oscuras golondrina que desde Leitariegos revolotean», admitió) y terminó en la «vieja» Vetusta, donde «ser culto también pasa por apostar por la inmortalidad del alma», expresó. Y es que eso ocurre «en Vetusta», repitió, «y en el corazón de sus gentes». Y en otras muchas cosas «que pasan por la unidad de España», apostilló para su audiencia, «con las que estoy muy de acuerdo con el jesuita Fernando García de Cortazar y su interpretación del papel del cristianismo en la imperecedera historia de Occidente». A Oviedo, sentenció, «yo soy de los que vuelven, y de los que, desde luego, siempre volverán».

También habló de poesía, poetas y alguna que otra batallita personal, antes que él, el exalcalde del municipio Antonio Massip, que comenzó su intervención aludiendo a aquel momento en el que ilustre Emilio Alarcos Llorach le habló de un tal «'Monsieur Reny Picot de Anleo'» en evidente embriaguez francófona.

Entre los invitados se encontraban conocidas personalidades de la sociedad asturiana empresarial y cultural como Jacobo Cosmen o José Armando Tallado. También, anteriores galardonados, como el letrado Bernardo Gutiérrez de la Roza -que entregó la escultura de Amador a su sucesor- y autoridades municipales y regionales como Marisa Ponga, Alfredo Canteli, Ignacio Cuesta, Juan Vázquez y María Jesús Álvarez, entre otros muchos que acudieron a respaldar al empresario.

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