«Oviedo tiene una sociedad tolerante y plural que reconoce el trabajo de su Policía Nacional»

La máxima distinción de la ciudad al cuerpo en su 200 aniversario fue aprobada el pasado febrero en el Pleno por unanimidad. Un acuerdo que se ve pocas veces entre los veintisiete concejales de la Corporación y que agradeció el jefe superior, Luis Carlos Espino, durante el acto celebrado ayer al mediodía en el salón consistorial. Acudieron numerosas personalidades militares y civiles; entre ellas, la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra; el delegado de Defensa en Asturias, Juan Luis González; el coronel de la Guardia Civil, Francisco Javier Lapuerta; el coronel de Cabo Noval, Jesús Manuel Martínez Victoria; el presidente del TSJA, Jesús Chamorro; la fiscal superior, María Eugenia Prendes o los presidentes de los colegios de Abogados y de Médicos, Antonio y Luis Antuña, respectivamente

De esta forma, la capital asturiana reconoce el incansable trabajo que la Policía Nacional realiza a diario resolviendo «casos más que complejos que han alterado la tranquilidad de nuestros años». Citó el alcalde, a modo de ejemplo, «los crímenes de Tatiana Coinac, el del ebanista Alfredo Suárez, el de María Luisa Blanco en Vallobín o el de la menor Érika Yunga». «Con vuestra labor garantizáis la convivencia en España y ayudáis a los colectivos más vulnerables. En definitiva, protegéis los derechos y las libertades de todos los españoles», ensalzó durante un discurso para reconocer esa labor «constante y discreta» de la Policía Nacional

Unos halagos recogidos por Espino, quien reiteró en varias ocasiones su agradecimiento por la concesión de la máxima distinción de la capital asturiana en un año en el que se sienten «desbordados de cariño». «Oviedo es un ciudad abierta al mundo; una sociedad tolerante y plural que reconoce el trabajo de su policía, a la que valora, apoya y ve como una institución sólida útil y fiable».

Recordó que fue hace doscientos años cuando Asturias tuvo a su primer funcionario de la Policía Nacional: un intendente que vivía en Oviedo y tenía como colaboradores a un secretario y a un celador. Desde entonces el «espíritu de servicio y la misión» han permanecido inalterables con la base de «proteger, servir y garantizar la seguridad de todos. «La sociedad sabe que la seguridad pública es uno de los grandes patrimonio de nuestra ciudad. Sin libertad no hay nada», destacó.

Recordó especialmente a todos aquellos agentes que ya no están y que les han dejado una huella imborrable. «Esta medalla es el resultado de una relación mutua y somos una organización que tiene su activo más valioso en las personas que lo componen», concluyó.

La entrega de la Medalla de Oro a la Policía Nacional es para la delegada del Gobierno «un gran día para Oviedo y para Asturias», porque lleva «doscientos años sirviendo y protegiendo a la ciudadanía ovetense, asturiana y española». «Los agentes son grandes profesionales; hombres y mujeres –cada vez hay más mujeres– que se dejan lo mejor para servir y proteger a nuestro país», prosiguió.

Como colofón del acto, las autoridades bajaron a la plaza del Ayuntamiento para fotografiarse con un grupo de agentes pertenecientes a las unidades de Caballería, Guías Caninos, UIP, UPR, Subsuelo y Extranjería y Fronteras, que llamaron la atención de los ciudadanos congregados a las puertas del Consistorio.

Oviedo entregará mañana otra segunda Medalla de Oro a la ministra de Defensa, Margarita Robles. La recogerá tras firmar el protocolo para el futuro de la fábrica de armas de La Vega.