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El Palacio de Justicia de Oviedo cumple veinte años: «Es una ruina total, con filtraciones y falta de espacio»

El Palacio de Justicia de Oviedo cumple veinte años: «Es una ruina total, con filtraciones y falta de espacio»

Los trabajadores de los juzgados denuncian el mal estado del edificio, un «labertinto» sin ventanas en plena pandemia

alberto arce

Lunes, 8 de marzo 2021

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Filtraciones y Palacio de Justicia han ido de la mano durante estos veinte años. El edificio de la calle Concepción Arenal (antes Comandante Caballero), que acoge una buena parte de las sedes judiciales de la capital, acaba de cumplir dos décadas y sus problemas siguen siendo prácticamente los mismos que lo han ido acompañando durante toda su vida útil desde que en 2001 abriese sus puertas de forma poco oficiosa, pues ya en aquel momento ninguna autoridad del entonces Gobierno central ni de las Administraciones regional y local quisieron acercarse a cortar la cinta de forma oficial.

El Principado ha sacado a licitación recientemente un contrato de 28.000 euros para reparar las goteras de la cubierta y la fachada del inmueble, cuyos materiales constructivos se han ido deformando con el paso del tiempo. Agujeros, grietas, humedades y hasta malos olores, en definitiva, en un edificio «totalmente erróneo en el diseño y la funcionalidad, sin espacio y con filtraciones: es un error mayúsculo y una ruina total».

Así lo manifestó, en declaraciones a EL COMERCIO, el secretario de Justicia de CC OO (Comisiones Obreras) de Asturias, Juanjo Azcano. «Estos problemas se arrastran desde su inauguración. Van haciendo obras intentando reparar las molestias, acabar con las filtraciones, pero los defectos están ahí», explicó. Una de las deficiencias que tratará de mejorar ahora el Ejecutivo autonómico puede verse en los petos de las terrazas: parte de ellos están sin impermeabilizar y el agua se cuela, afectando, entre otras zonas, a la fachada acristalada de la entrada principal.

A la larga lista de daños se une la «falta de espacio», continuó Azcano, el leitmotiv. El Juzgado de Guardia, criticó, «es una semimazmorra sin salas apropiadas para las declaraciones». También faltan salas de vista, sobre todo «en los casos de violencia de género. No es ni medio normal que una víctima tenga que estar viendo al presunto agresor porque no se acondicionó una sala como es debido desde donde ella pudiera hacer su declaración». La solución del Principado, afeó Azcano, fue «ubicar allí una cabina horrorosa en la que ni siquiera puedes ponerte en pie».

El Palacio de Justicia, por otro lado, acarrea tantas deficiencias como «laberintos» hay en su interior. Los pasillos largos y estrechos, de poco más de un metro, amenazan con perder a quien los recorre. La distribución, llena de «recovecos», es una suma de «pasillo infinitos donde se pierden hasta los trabajadores».

Un «galimatías», completó la delegada de la Unión General de Trabajadores (UGT) para Justicia, María Gutiérrez. En ese sentido, el de los defectos del Palacio, la consejera de Presidencia, Rita Camblor, anunció a los trabajadores en diciembre una lista de obras de mejora de las sedes judiciales; no obstante, lamentó Gutiérrez, «no hubo detalles». Ahora, la junta de personal de Justicia, reunida hace poco más de una semana, exige la «concreción de esas acometidas para las que hay presupuesto».

En el catálogo de cosas por hacer, señaló a su vez la delegada de SPJ-USO, Carmen Peláez, está subrayada la necesaria habilitación de un archivo central. «Actualmente, las piezas de convicción de expedientes penales se guardan en el sótano, un lugar en el que te puedes encontrar hasta un hacha con el filo al aire o una sierra de hace ni se sabe cuántos años sin colocar como es debido». Un «verdadero peligro» para los funcionarios, afirmó, «que trabajan en unas condiciones que no se deberían permitir», apostilló la sindicalista.

Un «auténtico asadero»

A cada escalón que se asciende, el calor aumenta. En la sexta planta, enfatizó Peláez, la temperatura llega a los veintisiete grados los días de calor. Eso, debido al sistema de ventilación, sumado a que la propia morfología del edificio huye de las ventanas, lo convierte en un lugar «completamente inapropiado» y «sin ningún requisito que posibilite la prevención contra la covid-19». Además de eso, de «ser un auténtico asadero», argumentó, «no se está facilitando el teletrabajo y allí estamos trabajando al cien por cien como servicio esencial», pero, por otra parte, «sin ninguna opción de que podamos ser vacunados».

Un reclamo similar al de la delegada de Usipa Justicia, Guadalupe Lorenzo, que manifestó que «los juzgados de Concepción Arenal carecen de ventilación natural, y hay un grave problema con las salas de declaraciones de Instrucción, donde se ha pedido por activa y por pasiva purificadores de aire portátiles» debido a la presencia de grupos grandes de personas «en espacios muy reducidos». En el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, por ejemplo, «trabajan como sardinas en lata».

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