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Socios de la SOF recogiendo el bollo en la plaza de España.

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Socios de la SOF recogiendo el bollo en la plaza de España. ROJAS

El bollo de San Mateo se come en El Bombé

Los ovetenses cumplen con la comida festiva en la que las elaboraciones caseras ganan protagonismo | Varios socios de la SOF se quedan sin el pan por no abonar las cuotas a tiempo tras no recibir en sus domicilios las notificaciones

CECILIA PÉREZ

OVIEDO.

Sábado, 22 de septiembre 2018, 01:57

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La mañana amaneció fresca pero eso no impidió que los ovetenses calentaran el día grande de las fiestas de San Mateo recogiendo el bollo. Los hubo madrugadores, precavidos y hasta alguno que más que bollo llevaba consigo un restaurante móvil.

El Campo de San Francisco en general y el paseo del Bombé en particular congregaron a cientos de ovetenses para disfrutar del bollo de San Mateo, una de las fiestas más queridas por los carbayones. «Esto es una tradición, nos representa», señaló José Muñoz junto a su mujer, Olga Vicente.

A su lado, cinco parejas encontraron en los bancos de piedra que jalonan el Bombé el sitio perfecto para disfrutar del bollo. «Los traemos hechos de casa, cada uno se las apañó para hacer el suyo aunque yo soy más de bocadillos», expuso Ángel del Couz.

Los bancos se convirtieron en improvisadas mesas. En el que ocuparon Antonia Casado, María Sánchez, José Antonio Sánchez y el pequeño Miguel abundaban los bollos preñaos, embutidos, quesos, tortillas, empanadas, aceitunas y hasta postres, tarta de manzana y casadielles. «Somos muy comilones y nos gusta venir aquí, al Campo de San Francisco», se justificó Antonia Casado, artífice de unas casadielles de matrícula de honor. Para este grupo, el bollo de San Mateo es «un día muy familiar», por eso «mientras se pueda vendremos siempre».

Otros incondicionales son la familia Fernández-Trisán. «Este año no podíamos fallar y repetimos en el parque, que es lo tradicional, y con el bollo», apuntó Ángela Trisán.

Su familia y un grupo de amigos se decantaron por el entorno de la fuente de Las Ranas. «Este año hay menos gente hasta el punto que no tuvimos problema en escoger sitio, había muchos huecos. Quizá como la fiesta cayó en viernes se hizo puente», argumentó.

Plaza de España

La anécdota del día se vivió en la plaza de España. Lugar donde se repartieron 2.200 bollos entre los socios de la Sociedad Ovetense de Festejos aunque algunos se quedaron sin él. Es el caso de María Dolores Álvarez. Tiene el carné de socia número 295 y es la primera vez que le sucede. «Me han dicho que me tenía que haber llegado una carta desde la SOF para que mi nombre apareciese en la lista de reparto. A mí no me llegó nada y al no estar en la lista no me lo han dado», explicó.

El gerente de la empresa contratada por la SOF, la avilesina Villaoril, argumentó que la falta de personal que arrastra la sociedad desde que dejó de depender del Ayuntamiento está detrás de estas incidencias. «Antes se encargaban de enviar las cartas a los socios con los vales, donde avisaban de los plazos de pago de las cuotas. Este año, como no hay trabajadores no se enviaron», expuso Alberto Lacueva. El concejal de Festejos, Roberto Sánchez Ramos, reconoció «algunos problemas» que vinculó con que en la lista de reparto solo aparecían los 1.400 socios que tienen el recibo domiciliado. El problema lo encontraron los que no lo tienen, entre 200 y 300, y que por costumbre pagan el mismo día. «Sin el aparato administrativo», tras la sentencia que mandó incorporar a los trabajadores a la plantilla municipal, «eso no se puede hacer», argumentó Sánchez Ramos, quien aseguró haber dado «instrucciones para que se apunte el nombre y se entregue el bollo, pero lo que sí pediría es que por favor esas 300 personas domicilien el recibo de la sociedad», insistió el edil.

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