Raphael | El mito actúa en la Ería el 17 de septiembre
«Espero que Oviedo se deje embaucar por mí y me trate tan bien como siempre»«Canto para cinco generaciones. Me di cuenta de eso hace unos años cuando me seguía gente que por edad no me correspondía»
Raphael es uno de los más grandes y como tal vuelve el 17 de septiembre para cantar en las fiestas de San Mateo. Demasiada calidad ... para un público de todas las edades que le quiere, le ama y le reclama.
–Concierto en Oviedo, ¿qué espera del público?
–Espero que se dejen embaucar por mí, que pasen un tiempo fantástico, se diviertan, se emocionen, y me traten tan bien como siempre. El asturiano es el primer público que yo tuve porque aquí en Asturias debuté en persona con 17 años. Un público muy caluroso, con mucha clase. Saben lo que quieren y son bastante entendidos. Tengo unos recuerdos maravillosos de Oviedo y de Asturias en general. El público siempre ha sido muy abierto y me ha querido mucho.
«Soy un artista de verdad, no soy una cosa impuesta por una moda. La moda la hice yo»
–¿Qué va a ofrecer? ¿Repertorio nuevo o la apuesta segura de las canciones que le han hecho número uno intergeneracional?
–Hay parte que no puedo dejar de cantar ni quiero dejar de cantar, pero habrá muchos estrenos, canciones de mitad de mi carrera y mi música por todos lados. No me duermo en los laureles. He cantado canciones de los mejores compositores como Manuel Alejandro, José Luis Perales y ahora Pablo López. En noviembre saco disco nuevo y es el número 89 de mi carrera.
–Muchos más discos que años...
–Sí, porque siempre me ha gustado grabar y cantar pero además cuando hacía una película ese año sacaba dos discos, uno con las canciones que cantaba en el largometraje y otro el de ese año que tenía ya preparado para sacar a la venta.
–¿Habrá alguna adaptación 'arrafaelada'?
–Sí, cuando me gusta una cosa la canto, la cante quien la cante. Yo no me quedo sin hacer una cosa que me guste y eso el público lo celebra mucho.
–¿Qué queda del Raphael de antes?
–No he cambiado, he tenido una evolución. No creo que sea diferente. Soy muy consciente de que canto para cinco generaciones. Empecé a sentir eso hace unos siete años cuando me di cuenta que me seguía gente que por edad no me correspondía. El domingo en Valladolid más de la mitad del público eran jóvenes. Eso es lo más bonito e interesante que tiene mi carrera porque les han enseñado en su casa, escuchando a sus padres, a escuchar mis canciones y han comprado discos.
–¿Cuál es el secreto para haber traspasado generaciones?
–Soy un artista de verdad, no soy una cosa impuesta por una moda. La moda la hice yo, no me adapté a ella. No he tenido necesidad de hacerlo porque he sido y soy un cantante con mucha verdad. Ese es, en definitiva, el buen camino porque adaptarse a la moda, aparte de ser complicado, no es seguro. Las modas hay que verlas pasar desde tu posición y coger alguna cosa que te interese.
–Eso en el mundo de la música, muy dado a las modas, debe ser realmente complicado.
–Siempre. Lo era y lo sigue siendo. Viene la discográfica y te vuelve loco, te cuenta lo que sale y yo tengo que parar para no torcer el camino del carro si veo que no me va a ir bien.
–¿Cómo es el momento actual de Raphael?
–Vivo un momento muy interesante. Estoy que me salgo de salud. La verdad es que como estoy y me siento en el escenario es de no creérselo y soy feliz. Mi familia y mi público es mi coto cerrado. Lo demás está bien, pero eso que no me lo toquen.
–¿Cuál es su canción favorita de su amplísimo repertorio?
–Depende del tiempo y del momento. Hace años hice 'Mi gran noche' y ahora es el himno de la selección española; ponen la canción cuando se gana algún partido importante o algún torneo. Mi repertorio es completo, son canciones de calidad, no son canciones del verano y están compuestas por gente importante u que sabe mucho de música.
–¿Nunca compone?
–No, porque los hay que lo hacen mucho mejor que yo y para que me voy a meter en camisa de once varas. Tengo a los mejores porque así tiene que ser.
–Sus conciertos no suelen bajar nunca de las dos horas o dos horas y media, ¿cómo aguanta en el escenario?
–Siempre ha sido así y yo subo preparado al escenario. No hay tiempo de duración porque el público manda. Más o menos suelen durar eso, pero el público marca la pauta y lo hace desde el principio.
–¿Hasta cuándo Raphael?
–Hasta que el público quiera y yo suene como sueno. Algún día me tendré que ir, pero por ahora no.
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