Los fuegos artificiales de Oviedo vencen a la lluvia
38 conjuntos pirotécnicos dibujaron un cielo de colores para anunciar, desde el parque de Montecerrao, el día grande de San Mateo
Pólvora y color para anunciar el día grande de San Mateo, una tradición que no falla desde comienzos del pasado siglo XX. El ovetense parque Tuero Bertrand, en Montecerrao, volvió a ser el escenario elegido para los fuegos artificiales. La lluviosa noche no impidió el espectáculo y fueron miles las personas que siguieron el espectáculo en vivo y en directo.
Publicidad
Puntual, a las diez de la noche, y durante veinte minutos ininterrumpidos, el cielo ovetense se convirtió en un lienzo de luz y color gracias a los 600 kilos netos de pirotecnia (el doble en peso bruto) lanzados, una edición más, a cargo de la empresa Hermanos Caballer, que vino «preparada para lo que pasara, hubiera lluvia o no».
'Sinestesia' fue el nombre elegido para el espectáculo por los organizadores porque, explicaron, alude a la profunda gama de sentimientos y sensaciones que estos fuegos buscan provocar en el público.
Para controlar esta impresionante exhibición, Hermanos Caballer –que tiene en su haber 5.000 espectáculos– se valió de seis ordenadores, uno más que el año pasado, que gestionaron los 38 conjuntos pirotécnicos. Lanzados al cielo mateíno, estaban compuestos por más de 3.000 artificios individuales, diseñados para llenar el firmamento de combinaciones variadas y efectos sorprendentes, como medusas, corazones o el cráter. La falta de viento y la humedad jugaron en contra del espectáculo y el humo concentrado dificultó una visión nítida.
A pesar de las limitaciones de espacio que tienen en este enclave de Oviedo que, según la empresa, siempre influyen en el diseño de los fuegos, ofrecieron combinaciones diferentes que gustaron al público. 4.000 órdenes de disparo en total.
Publicidad
«Vengo como buen ovetense»
Pasadas las nueve y media de la noche, riadas de personas comenzaban a llenar el parque. Sin olvidarse del paraguas, tomaron sitio a la espera del espectáculo, que terminó cosechando el favor de los presentes.
Entre el público, los ovetenses David Muñoz y Juan Luis Serrano, «preparados con un chubasquero», no quisieron perderse los fuegos. Como tampoco Pilar Pérez y Mariano Prado, un matrimonio ovetense, que siguió la explosión de colores con unos amigos gallegos. «Pese a la lluvia, hemos querido venir y mañana comeremos el bollo». Ahí están las ganas de vivir San Mateo.
Publicidad
Aunque Montecerrao les queda «lejos, y eso es lo malo», los ecuatorianos Carla Guimaram y Carlos Torres, con sus cuatro hijos, no fallaron a la cita por tercer año consecutivo.
Con una traca final, una apoteosis sonora, a las diez y veinte de la noche, 'Sinestesia' se despidió y compensó, en este sentido, lo sufrido por la condensación de humo. «Nos ha parecido espectacular, sobre todo la traca final», decía Iris Santamaría junto a Luis Soto. Son unos incondicionales: «Somos fieles, cada año venimos». Así que el próximo, también.
Solo, José Zambrano, ovetense de 86 años, no falló: «No tenía con quien venir, y aunque llueva yo vengo, como todos los años y como buen ovetense». «Con tanto ordenador que les meten, son mejores que en mi época».
Publicidad
A pesar de que el tiempo no acompañó, 'Sinestesia' dominó el ritmo, el sonido y los colores, como compartieron muchos de los presentes, como Daniel Cianda y Nora Fernández, de 18 años. Aunque Unai Mendizábal, estudiante de Bilbao, lamentó que la lluvia «lo haya fastidiado todo».
La apoteosis sonora, en cambio, la sintió Adeline Flórez: «Me estallan los oídos todavía», relataba acompañada por Ernesto Vargas. A ambos, eso sí, «nos gustaron los fuegos»,
A las diez y media de la noche, sin poder cerrar los paraguas, el público comenzó a abandonar el parque de Montecerrao. En el Campo, en El Antiguo y en La Ería, la fiesta continuaba.
Publicidad
El día grande de San Mateo ya está aquí. En total, serán doce días de fiesta que han llenado de alegría diversos rincones de la ciudad, sólo entorpecidos por la tediosa lluvia, que hizo acto de presencia el día del pregón, a cargo del embajador de España en Canadá. Alfredo Martínez, y que este domingo, el último día del verano, si no hay cambios, también estará presente.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión