Urbanismo concede la licencia para cambiar la puerta de San Miguel de Lillo

La parroquia de Santa María del Naranco podrá cambiar la puerta de San Miguel de Lillo, como deseaba, este mismo verano. Según ha podido saber este periódico, el área municipal de Urbanismo ha concedido ya la licencia de obra para la sustitución, el último paso administrativo que faltaba.

De acuerdo con las condiciones de la licencia, concedida a finales del mes pasado, la unidad eclesiástica cuenta con seis meses para comenzar la obra -en caso contrario, caducará- y no puede paralizarlas por un plazo superior a tres meses. El permiso exige que los trabajos de intervención en las fábricas los realice un especialista, y que si se tocan las partes originales es precisa la intervención de un restaurador acreditado. Al terminar, se deberá entregar una memoria de la intervención.

El nuevo portón ha sido diseñada por el restaurador Jesús Puras, profesional de prestigio que ya trabajó en el monumento el año pasado, ejecutando un arreglo de urgencia de la pintura de 'El entronizado' por encargo del Principado ante su alarmante deterioro. Puras ejercerá también de director de obra y se ocupará de los acabados.

La puerta se confeccionará en madera de castaño, con sujeciones de acero inoxidable y contará con unas dimensiones de 3,40 metros de alto y 2,50 de ancho. El presupuesto estimado de la obra, que se realizará a expensas de la parroquia, es de 10.000 euros, y el plazo de ejecución de unas pocas semanas. Se encargarán de la obra empresas locales, de El Berrón y Nava.

La puerta actual, de estilo neohistoricista, se encuentra muy deteriorada por el paso de los años. Data de los años sesenta y fue colocada en una restauración de Luis Menéndez Pidal. No obstante, en su autorización para el cambio, el Consejo de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias ha exigido que se mantenga prácticamente igual el diseño original. La mayor diferencia será la ausencia del tímpano en la parte superior. Puras defendía un nuevo acceso en bronce, pero los técnicos autonómicos han reclamado que se respete la concepción antigua del templo y, con ella, las maderas autóctonas como el castaño como material.

La nueva puerta quedará liberada del actual marco en el que se encuentra encajada para contar con un nuevo anclaje al suelo y a la pared, sobre los que recaerá la carga. De paso, se aprovechará para realizar un estudio estratigráfico en la zona que quedará al aire, el cual permitirá conocer las distintas capas del monumento.

Esta sustitución coincidirá con los trabajos de restauración de las pinturas y los paramentos de San Miguel de Lillo, que ejecuta la empresa Ártyco bajo la dirección del Principado y del Instituto del Patrimonio Cultural de España. No obstante, los técnicos que están trabajando en el monumento descartan que vaya a ser un problema: «Buscaremos la manera de no molestarnos», señalan.

La restauración, que cuenta con un plazo de dieciocho meses, comenzó a finales del mes pasado y ya ha arrojado unos primeros resultados, como la aparición de una cenefa decorativa de flor en el ábside y nuevos grafitis anteriores al siglo XX, algunos tan antiguos como de 1822.

Mientras duran estas labores, el público puede realizar una visita guiada sobre las mismas, de forma gratuita, todos los lunes. Para ello es preciso inscribirse en la página web del programa 'Abierto por restauración', que dura hasta septiembre.