Borrar
Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
Garriga y Masip, en un debate previo a las elecciones de 2009.
Los asturianos Garriga y Masip, entre los beneficiarios de la Sicav del Parlamento Europeo

Los asturianos Garriga y Masip, entre los beneficiarios de la Sicav del Parlamento Europeo

39 eurodiputados se beneficiaron del sistema, entre ellos Valenciano, Cañete, Rosa Díez y Montoro; los dos ex parlamentarios asturianos alegan que ignoraban el mecanismo

Ramón Gorriarán / el comercio

Jueves, 26 de junio 2014, 13:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde que se supo que el número uno de los eurodiputados de IU, Willy Meyer, tenía un plan de pensiones gestionado por una Sicav radicada en Luxemburgo el dirigente tenía los días contados en su escaño. Aunque se resistió. Meyer fue citado el martes por la noche a una reunión en la sede de la coalición en Madrid con la cúpula directiva. De la conversación salió la decisión de que debía dimitir aunque el eurodiputado intentó enrocarse en su desconocimiento de la existencia de la Sicav.

Los dos ex parlamentarios asturianos que se beneficiaron de este plan quitan hierro a la polémica. El popular Salvador Garriga afirmó que ignoraba que este sistema de pensiones estuviese vinculado a una Sicav ya que estaba gestionado por el Parlamento Europeo y una comisión de ex diputados. Y que, en cualquier caso, se trata de algo «absolutamente legal». El socialista Antonio Masip, por su parte, asegura que tampoco estaba al tanto de la situación y que «fueron otros» los que tomaron la decisión de invertir en una Sicav. Y señala que en caso de haberlo sabido hubiera renunciado a ello.

Además del dirigente de IU otros eurodiputados españoles se habían acogido a la fórmula de la Sicav para que gestionase su fondo de pensiones con una alta rentabilidad. Entre ellos los populares Miguel Arias Cañete, Jaime Mayor Oreja y Cristóbal Montoro y la socialista Elena Valenciano cuando fueron representantes en la Cámara europea. También la portavoz de UPyD, Rosa Díez, según algunas informaciones, utilizó esta fórmula mientras fue eurodiputada con el PSOE. Meyer comentó que no iba a decir si debían seguir su camino o qué tenían que hacer, pero que tampoco iba a dejar que «nadie dé lecciones de ética» a Izquierda Unida.

Para Izquierda Unida aquello era una cuestión de principios porque ha reclamado una y otra vez en el Congreso, siempre sin éxito, una reforma de la regulación de las Sicav, sociedad de inversión de capital variable, que no son más que instrumentos fiscales para que las grandes fortunas sitúen su dinero en el extranjero, burlen las obligaciones fiscales en España y tributen al 1%. Meyer alegó su ignorancia porque, argumentó, era el Parlamento Europeo el que hacía las aportaciones al plan de pensiones que manejaba la Sicav. Unas explicaciones que no convencieron a la dirección de IU, que consideró poco creíble que desconociera la relación entre la Sicav y el alto rendimiento del plan. Se da la circunstancia, además, que las aportaciones al plan de pensiones que gestionaba la Sicav eran voluntarias, y no todos los europarlamentarios se acogieron a esa fórmula para manejar su plan de pensiones.

La dirección de IU tenía pocas alternativas porque ya se habían empezado a levantar voces dentro de la coalición que exigían la renuncia inmediata del cabeza de lista en las pasadas elecciones europeas y con escaño en Estrasburgo desde 2004. Meyer presentó ayer su dimisión en una comparecencia flanqueado por Lara, Centella y Antonio Maíllo, el coordinador de IU en Andalucía, su comunidad. Explicó que en cuanto conoció, dijo que por una periodista, que su fondo de pensiones se gestionaba por medio de una Sicav, decidió darse de baja, pero tuvo la sensación de que «podría haber una sombra de duda» que le lleva a dimitir.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios