Estos son los cambios que introduce la nueva Ley de Paridad
La nueva norma busca equiparar la representación entre hombres y mujeres tanto en cargos públicos como en la empresa privada
El Consejo de Ministros dio este martes luz verde a la nueva Ley de Paridad, que es como ya se conoce popularmente a la ley de representatividad paritaria entre hombres y mujeres y en la que se establece una cuota de representación igualitaria entre féminas y varones y que afecta tanto a los puestos de administración como a las empresas privadas del país.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez refirió que «si la mujer representa la mitad de la sociedad», lo debe hacer igualmente en «el poder político y el poder económico» durante su intervención en el acto que ha celebrado el PSOE con motivo del Día Internacional de la Mujer.
¿Qué cambia la nueva ley?
Sánchez incidió en que la nueva norma incluirá la obligatoriedad de las llamadas «lista cremallera» en las leyes electorales. Es decir, por cada mujer un hombre. Y es que aunque en la práctica no se exigirá un cumplimiento escrupuloso del 50% de componentes de cada sexo, sí se fijarán topes para que ni el cupo de hombres ni el de mujeres exceda el 60% del total. El objetivo es alcanzar la igualdad real en los Consejos de Ministros, en los consejos de administración de las grandes empresas, en las juntas de gobierno de los colegios profesionales y en los jurados de reconocimiento público a las personalidades.
La nueva norma del Gobierno se adelanta así a la directriz europea que fue recogida a finales de año y que obligaba a las empresas de la Unión Europea a contar con un 40% del sexo menos representado, que acostumbra a ser el femenino.
Para Sánchez, esta medida supone «un paso más» para situar a España «a la vanguardia del conjunto de Europa» en materia de igualdad y ha señalado que esta iniciativa no solo se hace «en favor del feminismo», sino del «conjunto de toda la sociedad».
Y es que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), una institución que, a juicio del presidente, «no es sospechosa de ser progresista», ha indicado que si el conjunto de la población femenina participara en el desarrollo económico del país «subiría entre un 15% y 20% más», lo que es «un beneficio para el conjunto de la sociedad».