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Los socialistas Guillermo Martínez, Marcelino Marcos y Carmen Eva Pérez, ayer, en la Junta. Álex Piña

Fractura total en la Junta General por la moción y los posibles apoyos del PSOE

Podemos e IU reprochan a los socialistas que no busquen alianzas previas a la votación, mientras la brecha entre Ciudadanos y el PP se amplía

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Lunes, 28 de mayo 2018

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La moción de censura presentada por el PSOE contra el Gobierno de Mariano Rajoy se ha convertido en el epicentro de la política asturiana, desplazando a un segundo plano las cuestiones de índole regional. Lo curioso es que la iniciativa socialista ha provocado una fractura total en la Junta General del Principado, haciendo explotar incluso la tradicional dicotomía izquierda-derecha. Es así porque, por un lado, Podemos e IU atacan al PSOE por negarse a negociar la moción y reclamar un respaldo 'gratis' a la misma. Por el otro, la disputa entre el PP y Ciudadanos se endurece, con el partido naranja dando por finiquitado su respaldo en Madrid a los populares pero a la vez negando la posibilidad de hacer presidente a Pedro Sánchez.

La partida se juega a varias bandas. Si el domingo el PP atacaba al PSOE por pretender aprobar la moción de censura apoyándose en «herederos de etarras», en referencia a Bildu, ayer fueron los socialistas quienes replicaron. «No está el Partido Popular para hablar de herencias, no vamos a valorar de quién son herederos ellos», dijo el portavoz, Marcelino Marcos, en una vinculación indirecta del adversario con el pasado franquista.

El portavoz del PSOE cerró filas con Pedro Sánchez y juzgó pertinente la moción por «responsabilidad», para garantizar la «estabilidad» del país después de la sentencia de 'Gürtel'. Y, frente a quienes critican un posible apoyo de fuerzas independentistas o de Bildu, recalcó que no se va a negociar nada con nadie y que los socialistas estarán siempre con la defensa de la Constitución y de la unidad del país.

Reflexión que enfadó a Podemos e IU. El portavoz de los primeros, Emilio León, emplazó al PSOE a pactar políticas que permitan desmantelar el legado del PP y sean beneficiosas para Asturias. El de los segundos, Gaspar Llamazares, avisó de que se corre el riesgo de que la moción se quede en un mero ejercicio de «dignidad» sin efectos prácticos.

Pero tampoco en el centro-derecha está el clima templado. El secretario general del PP, Luis Venta, centró su ataque en los «hoolingans» del PSOE asturiano por su respaldo a Sánchez. El problema para los populares es que Ciudadanos, su único apoyo estable en el Congreso, da por zanjado ese entendimiento y pide elecciones, como ayer reiteró Nicanor García, que en todo caso cierra la puerta a convertir a Pedro Sánchez en presidente. «La estabilidad no llegará con la ambición de Sánchez y la radicalidad de Iglesias y los independentistas», dijo Cristina Coto desde Foro.

Cambio en el reglamento y lío por las preguntas al presidente

La junta de portavoces aprobó ayer una modificación del reglamento de la Junta General que permitirá abrir un plazo de enmiendas en la tramitación de proyectos de ley por lectura única, el mecanismo más urgente, amoldándose así a la doctrina del Tribunal Constitucional. El origen de este cambio es el criterio fijado por el Constitucional al hilo de las denominadas 'leyes de desconexión' con el Estado que aprobó el Parlamento catalán, que se tramitaron por lectura única, con lo que los grupos parlamentarios de la oposición no pudieron presentar enmiendas. En adelante se garantiza que los grupos de la Junta General tendrán margen para presentar enmiendas a leyes que se quieran aprobar por esta vía urgentísima.

Por otro lado, ayer se produjo el enésimo lío en la Junta al hilo de la ausencia de Javier Fernández en el pleno del próximo viernes, cuando estaba previsto el habitual turno de preguntas al presidente. Fernández debe acudir a una reunión del patronato de la Fundación Princesa de Asturias, lo que llevó a aparcar las preguntas a la semana siguiente. El PP reclamó que tuvieran lugar el jueves, pero el Gobierno adujo que el presidente tiene la agenda cerrada ese día. Los populares criticaron el «oscurantismo» del Ejecutivo regional y el obstruccionismo a su labor.

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