Borrar
Los nietos de Francisco Franco sacan a hombros los restos mortales del ex jefe del Estado de la basílica del Valle de los Caídos. EFE
Los Franco, decenas de sociedades y 50 millones solo en valor escriturado

Los Franco, decenas de sociedades y 50 millones solo en valor escriturado

La explotación de una finca en Madrid de mil hectáreas gestionada por una sociedad creada en 1951 potenció el negocio del 'clan de El Pardo'

Mateo Balín

Madrid

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 16 de noviembre 2019, 20:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Dentro de unos años esta finca tendrá un valor incalculable. No cabe duda de que (Franco) ha tenido vista y sus nietos están de enhorabuena, pues tendrán una holgada posición». Estaba en lo cierto el general Francisco Franco Salgado-Araujo cuando hizo esta reflexión en su diario, el 2 de octubre de 1964. El primo y secretario personal del dictador se refería a una finca de casi mil hectáreas situada en el kilómetro 21 de la antigua carretera de Extremadura, en el término municipal de Arroyomolinos (Madrid).

Álamos, praderas, algunos viñedos y un riachuelo componen esta parcela en la que el generalísimo desarrolló sus dotes agropecuarias. Hizo pozos y encontró agua, por lo que obtuvo varias cosechas de trigo, patatas, tabaco y ajos. En sus modernos establos albergó a más de 200 vacas y miles de gallinas. Llegó a ser el primer ganadero del país. «Está encantado con su finca, a la que saca pingües beneficios», detalló el primo-secretario en sus memorias.

Valdefuentes S. A. se constituyó ante notario el 4 de octubre de 1951. Tenía un capital de tres millones de pesetas. Dos años después contaba con 55 fincas. No eran oficialmente de Franco, pero sí sus beneficios. Detrás de su administración estaba un «conseguidor» valenciano que convirtió la compraventa en un arte: Jose María Sanchiz (cambió la s por la z). «El ser más tortuoso de la creación», en palabras de Pilar Franco.

Tío del «yernísimo» Cristóbal Martínez-Bordiú, el empresario entró por la puerta grande en el 'clan de El Pardo'. El triunvirato formado por los Franco, los Polo y los Martínez-Bordiú. Las familias que hicieron de la residencia oficial «un gran centro de tráfico de influencias gracias a su situación política privilegiada», comenta el periodista y escritor Mariano Sánchez Soler, autor de 'La familia Franco S.A.' (Roca Editorial). «Valdefuentes era la S.A. del S.E. (Su Excelencia). Anexionaron fincas por cuatro duros e hicieron ingenieria financiera para pagar menos impuestos», afirma.

En vida de Franco se pretendió convertir parte de los terrenos en zona edificable, pero éste se negó para cumplir su sueño agropecuario. Tras su muerte también desapareció Sanchiz, que cedió a Carmen Franco la presidencia del consejo de administración en septiembre de 1978, momento en el que su hijo Francis entra de vocal.

Con el primer varón de la familia al frente de la sociedad la productividad se deslizó al abismo. Le gustaba cazar en las mil hectáreas del coto, pero las 800 de sembrado ya eran otra cosa. Cayó la producción de carne y leche y mandó talar 2.800 pinos y 500 chopos para vender madera. Dedicó incluso un año a otro menester, el cine. Francis fue asesor de 'La escopeta nacional', de Luis García Berlanga, y cedió el terreno de Arroyomolinos como plató para otras 15 películas.

En noviembre de 1984 segregaron algunas parcelas en favor del ayuntamiento para que no le expropiaran un camino. En 1988 el consistorio planteó permutar parte del terreno por otro edificable cerca del casco urbano. Incluso Jesús Gil y Gil llegó a interesarse en la promoción urbanística. Pero no cuajó.

Xanadú, el gran 'pelotazo'

La finca quedó abandonada. Se estudió la posibilidad de una expropiacion municipal para destinarla a fines sociales. Pero la oportunidad surgio por su vecindad con el creciente Móstoles. La superficie de Valdefuentes rondaba las mil hectáreas. Y en 2001 llegó el gran 'pelotazo'. El alcalde popular Juan Velarde y la Consejería de Urbanismo de Luis Eduardo Cortés, bajo la presidencia de Alberto Ruiz-Gallardón, dieron el visto bueno para recalificar 330 hectáreas. En la operación intervino Miguel Herrero de Miñón, uno de los padres de la Constitución. «El objetivo era construir más de 5.000 viviendas, un centro comercial y un polígono. Las casas estaban cerca del centro de ocio Xanadú, donde se encuentra el parque de nieve cubierto más grande de Europa», comenta el escritor.

Tras la recalificación Valdefuentes pasó a llamarse FR Promociones del Suroeste, presidida por Carmen Franco. La hija del dictador aprovechó el tirón para fundar en 2002 Fiolasa S.A., que junto a Sargi Consulting S.L. son las dos mercantiles que vertebran el holding. La primera tenía en 2017 un capital activo de 20,5 millones y la segunda, de 17,6.

«El caso de Valdefuentes es paradigmático. Con esta sociedad se entiende el gran negocio que han hecho los nietos. En muchos casos, una herencia procedente de regalos o de compras a precio de saldo durante la dictadura», explica Sánchez Soler, cuya investigación en la extinta revista Tiempo le valió una demanda de Francis Franco, que éste perdió en los tribunales.

Tras bucear en registros mercantiles y de la propiedad, anuarios bancarios, boletines oficiales y memorias personales, el autor ha podido concluir que solo el entramado de los Franco, el que está a su nombre, está compuesto por decenas de propiedades con un valor escriturado de más de 50 millones de euros. «Pero el precio de mercado es mucho más alto. Y a saber lo que tienen a nombre de terceros», desliza.

Una herencia «atada y bien atada»

La próxima subasta en la casa Christie's de Londres de un juego de joyas de los Franco valorado en unos 400.000 euros no ha sorprendido al investigador Mariano Sánchez Soler. Al morir Carmen Franco en diciembre de 2017, la herencia pasa a manos de sus siete hijos, quienes han apremiado la conversión de los bienes recibidos en dinero. «Que a Carmen Polo le llamaran 'la Collares' no es ninguna leyenda. Los joyeros hicieron una caja común para pagar un seguro a la mutua cada vez que se iba con una joya sin pagar», señala Sánchez Soler. Además, Polo recibió en 1975 al enviudar 22 propiedades entre fincas, palacetes o chalets.

Noticia Relacionada

En el proceder del 'clan de El Pardo' Franco hacía la vista gorda, incluso frenaba cualquier escándalo. «Su objetivo era mantenerse en el poder hasta el final. Sabía que si los bolsillos de sus colaboradores estaban llenos no habría conspiraciones contra él», relata el escritor.

De forma paralela, el corolario que se movía alrededor del caudillo también se benefició. Dos fueron los personajes clave: su cuñado Felipe Polo y el «conseguidor» Sanchiz, quien iba de la mano con el abogado de la familia, Luis Gómez Sanz. Bajo su supervisión constituyeron una «relación superior» al medio centenar de empresas en la que los miembros del clan actuaron directamente, convencidos de que su actividad era lícita en un país sumiso como España.

El holding comenzó a forjarse a finales de los cincuenta y tenían representación en los consejos de firmas como Banco de Madrid, Banco del Noroeste, Construcciones y Contratas, FASA-Renault, Fenosa, Galerías Preciados, Hunosa, Unión Española de Explosivos, Sanitas, Transmediterránea o Viajes Meliá.

«Los ministros de turno también tenían asiento en consejos de grandes empresas. Estaba bien visto. El franquismo era un Estado mixto, donde no se diferenciaba lo público de lo privado», subraya Sánchez Soler, que aporta un dato: de los 83 ministros vivos de Franco desde los sesenta 64 estaban en consejos. Las «puertas giratorias» de la época.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios