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EUROPA PRESS
Viernes, 6 de septiembre 2019, 18:35
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El presidente de la Junta General, el socialista Marcelino Marcos, ha afirmado que este 8 de septiembre, Día de Asturias, sería una buena ocasión para aplicar «la vacuna de la solidaridad» ante «una posible infección por el virus del nacionalismo» en la región.
Así lo ha señalado este viernes durante el Pleno institucional por el Día de Asturias, una jornada que para Marcelino Marcos «debería ser un día que simbolizase la cohesión y la reconciliación de todos los asturianos de cuna o de adopción, de izquierdas o de derechas, creyentes o no creyentes». En ese sentido, ha reflexionado sobre conceptos como nacionalismo y solidaridad ante una «celebración identitaria» como la del 8 de septiembre. Así, ha calificado de «grave problema» el nacionalismo al ser «desproporcionado».
«A pesar de tener una enorme potencia política, como estamos comprobando últimamente, tiene una muy débil consistencia teórica, una consistencia que se basa la mayoría de las veces en sobreentendidos y falsas obviedades», ha señalado. Para Marcos, el nacionalismo étnico es «una fuente de conflictos», ante lo que ha apelado al principio de solidaridad «como algo fundamental en las propuestas y planteamientos de la ética política» y de cara a hacer frente al «individualismo y cualquier corporativismo cerrado o nacionalismo.»
«Para quienes nos consideramos, aunque quizás no lleguemos nunca a serlo totalmente, internacionalistas, federalistas y defensores de los valores universales, la separación de un territorio de un Estado ya constituido es, como mínimo, un ejercicio de egoísmo e insolidaridad», ha afirmado. Del mismo modo, ha defendido no confundir nacionalismo con federalismo o autonomía. «Estos últimos jamás son símbolos de identidad colectiva, sino que sirven a otros fines: proporcionar recursos económicos y sociales, favorecer la cohesión social y facilitar la resolución de problemas que surgen en las actividades de un colectivo o en la producción de bienes públicos y costes externos», ha explicado.
Por todo ello, ha abogado por celebrar «nuestras diferencias étnicas, lingüísticas y hasta religiosas si queremos» pero a no extraer de ellas consecuencias políticas. «La cultura y la tradición son asuntos privados que, si queremos vivir en un Estado neutral, se deben dejar de lado de la esfera pública. Salvo, lógicamente, para su preservación y conservación, salvo para velar por que se respeten», ha indicado Marcos. Además, se ha animado a «prescribir a todos los asturianos» ante lo que ha calificado como «una posible infección por el virus del nacionalismo» la «vacuna de la solidaridad». «El próximo domingo, 8 de septiembre, Día de Asturias, podría ser una buena ocasión para comenzar la campaña de vacunación», ha sentenciado.
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