El 'no' de Revilla a Sánchez amenaza el pacto de Gobierno en Cantabria

El 'no' del PRC de Revilla a la próxima investidura de Pedro Sánchez ha agitado las aguas políticas y ha puesto el pacto de gobierno en Cantabria contra las cuerdas porque los socialistas cántabros amagan: si los regionalistas no rectifican en el PSOE entienden que rompen ese acuerdo.

El no regionalista ha causado sorpresa en algunos círculos y, sobre todo, ha puesto a la coalición regional en el ojo del huracán, si bien desde hacía un tiempo el PRC y Revilla venían advirtiendo de que cuidado con lo que se pacta con ERC y de que la unidad de España y la consulta a todos los españoles de cualquier modificación constitucional son sus líneas rojas.

Aunque sea por los pelos, todo indica que el trabajo a marchas forzadas de las últimas horas de los negociadores socialistas tendrá sus frutos para que el día 7 Sánchez sea investido.

Será gracias al apoyo de Nueva Canarias y de la última novedad en el Congreso: el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, aunque la diferencia a favor del sí el día después de Reyes será mínima, de uno o dos votos a lo sumo, pero suficiente para el desbloqueo.

Por ello, la lectura en clave nacional del no de Revilla quedará en un susto y en haber obligado al PSOE a ponerse las pilas para amarrar los votos definitivos.

Pero la bomba la ha dejado caer este viernes la secretaria de Organización del PSOE de Cantabria, Noelia Cobo, que, tras la convocatoria exprés de la Ejecutiva Regional de su partido, ha dicho alto y claro que el cambio de postura regionalista pone en riesgo la estabilidad política de la comunidad, y que el pacto que tienen es con los cántabros, y no con el partido de Revilla. «Hay tiempo para recapacitar», ha señalado Cobo al PRC, al que ha advertido de que su no a Sánchez se sustenta en unas «impresiones» que «no se corresponden con la realidad» porque la unidad de España «no corre peligro».

El PSOE ha añadido que si los regionalistas persisten, entiende que rompen el pacto en Cantabria.

Mientras tanto el PRC da largas y no se da por aludido. Tras el 'misil' del PSOE cántabro, la dirigente regionalista Paula Fernández ha asegurado que no dan por roto el pacto de Cantabria y lo ha desvinculado de la investidura de Sánchez. El diputado regionalista en el Congreo José María Mazón ha añadido que es el PSOE el que tiene que rectificar su acuerdo con ERC para introducir el respeto al orden constitucional y que, de ser así, el PRC podría reconsiderar su no.

El PRC cree que ahora no toca plantearse un gobierno en minoría en Cantabria, mientras la oposición regional de PP y Cs aplauden el cambio de postura hacia el no y Vox pide que Revilla «expulse» del Gobierno a los consejeros socialistas.

En el PSOE hay voces que sacan hasta lectura positiva de la espantada del PRC: ahora cuando lleguen a la región las inversiones del Estado no habrá obligación de compartir el mérito con el partido de Revilla, es lo que creen.

De lo que no cabe duda es de que el no supone un desplante a los socialistas y una mancha en el 'idilio' político que el mediático presidente cántabro Revilla ha tenido con Sánchez también en sus momentos más bajos, como tras el portazo que le dieron los barones en el Comité Ejecutivo del 1 de octubre de 2017 que precipitó su salida de la Secretaría General.

Han sido muchas las veces que el presidente Revilla ha desvelado detalles de sus conversaciones con el jefe de los socialistas. La suya ha sido una camaradería telefónica a distancia, en la que intercambiaban opiniones sobre la situación de España, con especial atención a Cataluña, y sobre el panorama que han ido dejando las citas electorales.

Pero el clímax llegó cuando se cerró el pacto para el Gobierno de coalición del PRC y el PSOE en Cantabria. Por eso la negativa en esta nueva investidura ha llevado a preguntarse inmediatamente qué pasará en Cantabria, que parece que podría verse arrastrada por el convulso panorama nacional.