Wielicki sube los catorce ochomiles con los alumnos del Paula Frassinetti de Avilés

Ya con los estudiantes de ESO y Bachillerato, el alpinista aprovechó para narrarles toda su historia, desde los comienzos hasta llevarles al techo del mundo, a las cimas más altas y duras. Sus cumbres, las expediciones, viajes y también los fracasos fueron los protagonistas ayer, aunque el polaco recalcó que «lo más importante es la experiencia que adquirimos en la vida. La pasión no se compra ni se hereda. Las aficiones se pueden cambiar, pero la pasión es para toda la vida».

Los jóvenes también quisieron formar parte del encuentro y se interesaron por las cumbres preferidas de Wielicki, que no dudó en destacar la de Nanga Parbat. «No estaba preparado para ella pero lo conseguí, tuve mucha suerte». Además reconoció que la pared sur de Lhotse es la que la hizo sentir más alpinista porque «fue la que no ascendimos, pero es la más bonita». El polaco se despidió con una firma en el libro de honor en la que deseó que «todos cumpláis los sueños que os propongáis» y una foto grupal para el recuerdo.

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