Lecturas y lecciones para cuatro autores

El primer libro de su infancia, el último sobre la mesilla, la diferencia entre lectura y literatura, o la toma de decisión de querer ser escritor. Sobre todo esto se habló ayer en la Fábrica de Armas de La Vega, y sobre más, aunque el tiempo se hizo corto para el público y los protagonistas. Es lo que tiene hablar de libros con escritores. Sobre un escenario en el Almacén del complejo, los autores asturianos Fulgencio Argüelles, Laura Castañón, Leticia Sánchez Ruiz y Julio Rodríguez participaron en el ciclo de conferencias 'Cartografía de ideas', donde hicieron un repaso de sus «vidas lectoras», con la moderación del librero Rafael Gutiérrez Testón.

El colaborador de EL COMERCIO Fulgencio Argüelles se remontó a su niñez cuando su primer encuentro con la «lectura» fue con obras de Martín Vigil. «Fue de forma voluntaria y apasionada, no lectura impuesta», señaló. Continuó con 'Los Miserables' de Víctor Hugo, donde «me enamoré de Cosette [protagonista de la obra] y definitivamente de la lectura». Argüelles explicó que lectura y literatura son dos conceptos diferentes. Mientras que la lectura es argumento, la literatura es «contarlo de manera especial». Al terminar la carrera de Psicología llegaron a su vida autores como Kafka. Aunque, si tiene que elegir, Argüelles se queda con 'Pedro Páramo' de Juan Rufo, libro que leyó mientras escribía 'Letanías de lluvia'. Argüelles confesó que siempre lee dos o tres libros a la vez, por lo general una novela y un ensayo. Ahora se encuentra inmerso en 'Los virreyes' de Federico de Roberto y en un ensayo de Mauricio Wiesenthal sobre el Orient-Express.

La también colaboradora de este diario Laura Castañón comparó el vínculo entre lector y libro con una relación amorosa, «de encuentro y de apasionamiento». Aprendió a leer antes de ir al colegio así que «siempre me recuerdo leyendo». También aprendió a escribir en esa época, y con ocho años copiaba las ideas de los libros que había leído. En la adolescencia dio con 'Las Ninfas' de Francisco Umbral, que como novela le decepcionó «pero me sedujo el uso de las palabras», y a los 12 quiso leer 'Lo que el viento se llevó', pero la bibliotecaria no se lo permitió. Castañón tiene dos libros de cabecera: 'Rayuela', de Julio Cortázar, y 'Diario de una escritora' de Virginia Woolf. «Cada vez que leo este último me entran muchas ganas de escribir», afirmó. Hace escasos días, Castañón terminó de leer 'La buena suerte' de Rosa Montero y 'Fin de temporada', de Ignacio Martínez Pisón.

Hablarle a Leticia Sánchez Ruiz, también colaboradora de estas páginas, de infancia y lectura es recordarle a su abuelo. Fue él precisamente el que le enseñó a leer «porque me obsesioné con un libro», y con quien iba a la biblioteca de El Fontán, un lugar que se ha convertido «de peregrinaje». «Voy a las bibliotecas igual que la gente religiosa va a la iglesia». Para ella es 'La historia interminable' de Michael Ende el libro que marcó su vida. También 'Los escarabajos vuelan al atardecer' de María Gripe. La escritora aprovechó la ocasión para recomendar el último libro que está leyendo, 'Centroeuropa', de Vicente Luis Mora.

Por su parte, el escritor Julio Rodríguez habló de poesía y de autores como Alberti, y de la importancia de las bibliotecas familiares, que son los primeros libros a los que se tiene acceso en casa. Con más de 4.000 libros en sus estanterías, Rodríguez recordó a Ibáñez, las viñetas de Quino o las aventuras de 'Guillermo el Travieso'. El libro que está leyendo ahora es 'Las croquetas del señor Keller', de Jorge Salvador Galindo.

Por otra parte, la FPAbrica volvió a acoger ayer una nueva jornada del taller de Carlos Sainz, así como un concierto dirigido por Miguel Herrero basado en temas de Ennio Morricone. También hubo hueco para el espectáculo poético musical 'Isla Locura: Cervantes y Shakespeare', y para el autocine con 'Parque Jurásico'. La jornada terminó con el concierto de jazz 'Williams Club', dirigido por el músico Jacobo de Miguel.