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El matemático Terence Tao, que trabaja y reside en California. WOLFGANG KUMM

Premios Princesa de Asturias | Terence Tao: «La gente se está dando cuenta de que no se puede ignorar a la ciencia»

Terence Tao, Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica ·

«Siempre he estado enamorado de las matemáticas. De niño eran una diversión, luego descubrí que son útiles en el mundo real»

M. F. ANTUÑA

GIJÓN.

Lunes, 5 de octubre 2020, 01:19

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Terence Tao (Adelaida, Australia, 1975) fue un niño prodigio, un cerebrito que ya apuntaba maneras cuando aún estaba empezando a hablar. Ahora, con 45 años, asentado en EE UU, es uno de los grandes matemáticos del mundo. Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica -junto a Ingrid Daubechies, Emmanuel Candès e Yves Meyer- no estará en Oviedo el día 16 para recibir su galardón por los imperativos e imponderables de la covid.

-¿Cuándo se enamoró de las matemáticas?

-Siempre he estado enamorado de las matemáticas, al menos desde que recuerdo. De hecho, mis padres me cuentan que cuando yo tenía dos años me encontraron tratando de enseñarle a unos niños mayores que yo a contar usando bloques de números. Yo no tengo en la memoria esa anécdota, pero sí la imagen de mí mismo completando cuadernos de aritmética para divertirme cuando era un poquito mayor, tenía seis o siete años. En esos momentos las matemáticas para mí eran solo diversión, eran puzles que tenía que resolver. Fue tiempo después cuando aprendí que pueden ser útiles en el mundo real y que sirven para explicar montones de misterios, de fenómenos de las ciencias y la tecnología.

-Usted se divertía con las matemáticas, pero mucha gente las odia. ¿Por qué?

-Para la mayor parte de la gente su experiencia con las matemáticas se basa en series interminables de ejercicios, que consisten en hacer montones de cálculos aritméticos, por ejemplo. El matemático Paul Lockhart hizo una camparación muy ilustrativa: imagínense un mundo en el que la educación musical solo se centre en hacer escalas y escribir notas y que los estudiantes nunca lleguen a tocar música hermosa antes de graduarse en la escuela.

-¿Y cómo se arregla esto? ¿Cómo hacer sonar bien las matemáticas?

-Hay muchas formas en las que las matemáticas entran naturalmente en la experiencia de las personas, por ejemplo, cuando se trata de idear estrategias para ganar un juego o concurso, o para descubrir cómo modificar una receta para alimentar a seis personas en lugar de cuatro, o para obtener cierto conocimiento de los riesgos de interactuar con extraños en el momento de una pandemia. La mayoría de las personas naturalmente tienen una fuerte intuición para este tipo de matemáticas del mundo real, pero tienen problemas para conectarlas con las matemáticas formales que aprenden en la escuela.

-¿La clave está en mejorar la educación en las escuelas?

-Hay educadores que intentan crear planes de estudio de matemáticas más fundamentados que establezcan este tipo de conexiones, pero es difícil encontrar maestros con el tipo de capacitación adecuado para enseñar este material de manera efectiva. En los EE UU, por ejemplo, los posibles maestros de escuela con fuertes habilidades matemáticas a menudo se sienten atraídos por profesiones más lucrativas en otras industrias como tecnología o finanzas. Por otro lado, ahora también hay muchas otras formas para que un estudiante aprenda matemáticas fuera del sistema escolar: hay muchos blogueros de matemáticas excelentes, como sucede también con los 'youtubers', por ejemplo. También hay cursos en línea gratuitos y otro material digital.

-Vive en Estados Unidos, nació en Australia, es de origen asiático, entiendo que conoce Europa. ¿Hay algún lugar mejor para esta disciplina?

-Hoy en día hay buenas matemáticas en todos los continentes, no solo en las potencias tradicionales de América del Norte y Europa. Con internet ya no es necesario estar en una universidad tradicional de primer nivel para mantenerse al día con los últimos desarrollos. Conozco a un notable joven matemático de Argentina, por ejemplo, que pudo aprender todo el progreso reciente en un campo de las matemáticas simplemente siguiendo blogs y artículos en línea, y terminó resolviendo varios problemas sobresalientes en esa área. Por supuesto, sigue siendo ventajoso estar en una universidad prestigiosa con muchas conexiones y recursos, pero no es tan esencial como solía ser.

-¿Qué supone para usted el Premio Princesa de Asturias?

-Fue un honor sorprendente. Tenía muchas ganas de visitar esta parte de España, había estado en el área de Madrid varias veces, pero nunca ahí. Es genial que haya una tradición en España de reconocer los logros científicos. Lamentablemente, la situación para viajar entre Europa y EE UU es complicada y es demasiado difícil para mí poder asistir en persona a la ceremonia.

-Se premia su trabajo, fundamental para mejorar diagnósticos médicos a través de herramientas como el escáner. ¿En qué está trabajando ahora?

-En este momento, mi investigación se extiende a muchas áreas de las matemáticas, pero quizás el área que más me interesa es la teoría de números: el estudio de patrones en varios conjuntos de números, como los primos. Aquí hay algunas preguntas muy antiguas. Un problema que me encantaría resolver es la conjetura de los primos gemelos, que tiene casi dos siglos, por ejemplo, pero ha habido avances recientes sobre los que espero aprovechar para atacar estos problemas. Pero hay muchas sorpresas en matemáticas, muchas veces termino trabajando en algo que no hubiera pensado ni un año antes, porque hubo un nuevo avance en la asignatura que abrió muchas posibilidades. Por ejemplo, mi trabajo sobre detección comprimida solo comenzó porque Emmanuel Candès, otro galardonado con el Premio Princesa de Asturias, llamó a mi puerta un día con lo que pensaba que era un acertijo matemático interesante que terminó resolviendo un problema clave en imágenes médicas.

-¿Cómo está viviendo la pandemia?

-La situación de la covid en Estados Unidos ha oscilado mucho, ya hemos pasado por la segunda ola, pero ahora mismo en California es relativamente estable.

-¿Cómo nos pueden ayudar las matemáticas a vencer al virus?

-Existen buenos modelos matemáticos para la entender la propagación de una pandemia, pero requieren conocer los valores de varios parámetros clave, como la velocidad a la que una persona infectada expone el virus a otras. Estos parámetros no se pueden calcular únicamente con matemáticas, sino que dependen de factores sociales, como la proporción de personas que están dispuestas a usar máscarillas y cumplir con el distanciamiento social, y si un determinado país está dispuesto a ordenar cuarentenas y cierres. Para bien o para mal, esto parece regirse más por la política que por las matemáticas. Por tanto, se ha vuelto bastante difícil predecir el resultado de esta pandemia. Pero creo que la gente se está dando cuenta poco a poco de que no se puede simplemente ignorar la ciencia y esperar que la pandemia desaparezca por sí sola, sin tener que tomar las duras medidas necesarias para reducir la propagación.

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