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Hay momentos e imágenes icónicos que sirven para recordar efemérides, y la temporada del Real Avilés Industrial podría tener unos cuantos si pasa a la historia como la del ascenso a Primera RFEF. Puede ser el año de las lesiones, de Rozada, del derbi aplazado con el Langreo... o del casco de Soler. La lesión en la cabeza del lateral valenciano fue un trauma en el inicio de la segunda vuelta, pero su recuperación exprés para llegar a esta recta final como un bólido por el carril derecho va camino de ser una de las claves del año.
José Antonio Soler está totalmente recuperado de su traumatismo craneal. Hace dos semanas se sometió a nuevas pruebas y ya tiene el permiso para jugar sin casco a partir del próximo fin de semana. Pero tanto él como el equipo han completado una segunda vuelta excepcional y la llegada del 'play-off' le ha hecho al valenciano adoptar una decisión drástica. «El casco me está dando suerte y no lo voy a quitar, aunque viene el calor y si me molesta mucho, lo quitaré», anuncia.
Se trata de una cuestión de superstición. «Los futbolistas somos muy maniáticos. Nunca lo he llevado en mi vida y ahora que van bien las cosas no me lo puedo quitar. Es una imagen mía, encima en Segunda y Primera RFEF nadie lleva casco. Para lo bueno y lo malo, el del casco sube la banda», añade con una sonrisa.
Aunque ahora lo recuerda con buen humor, la lesión le hizo pasar un mal momento en el Real Avilés, donde se dudaba de su participación en la segunda vuelta y se llegó a fichar a un tercer lateral derecho para cubrir la baja de Soler. «El problema es que yo nunca vi acabada la temporada, me la querían hacer ver acabada. Fui optimista desde el minuto uno, hablé con el club y me decían que estaba loco. Había otra gente que me transmitía positivismo, como mi amigo Enrique, que coincidimos en el Ontinyent y me dijo que tranquilo, que podría jugar con protección. Me suelo rodear de gente positiva y optimista, no lo veía como un obstáculo cuando pasó un mes y vi que podía entrenar. Soy muy optimista, es como afrontes la vida», defiende.
Quizás por esa filosofía de vida, o por el 'amuleto' del casco protector, Soler es una flecha por su banda derecha, como demostró el pasado sábado ante el Guijuelo. El valenciano está en su mejor momento desde que fichó por el Real Avilés y no lo esconde. «He llegado al mejor momento de la mejor manera posible gracias al cuerpo técnico y a los compañeros, que han confiado en mí. Después de lo que me pasó, nadie pensaba que estaría en un mes de vuelta. Ahora espero que llegue el 'play-off' para quitarme la espinita del año pasado con el Numancia, que empatamos la final, pero no subimos porque el rival había quedado segundo y nosotros terceros en liga», asegura.
Probablemente Soler no regrese a Soria el domingo para llegar a tope a la primera eliminatoria. «Aunque no me preocupaba porque veo al equipo muy bien a pesar del 4-1 del Rayo Cantabria, prefería ir a Los Pajaritos sin jugarnos nada, preparar la semana para lo que viene y que los jugadores que no tienen tanto protagonismo disfruten de un campo tan bonito», valora.
Lo que viene es el 'play-off' de ascenso, donde Soler también es optimista. «Veo al equipo que llega en un buen momento, con muchos jugadores que estamos con picos altos de forma, que estamos muy bien. Tampoco quiero decir que vamos a ascender, pero sí destaco la ilusión y la familia que hay dentro del vestuario. Estamos juntos y preparados para lo que viene», defiende.
El partido de Guijuelo puede servir de entrenamiento sobre todo por la presión de ganar para asegurar la fase de ascenso. «Era una final, sabíamos que era importante conseguir matemáticamente el tercer puesto. Salimos con todo, en la primera parte con respeto y miedo a perder, pero con la charla al descanso nos quitamos los nervios», recuerda Soler. Las palabras de Rozada tranquilizaron a los jugadores del Avilés, «nos dijo que hiciéramos lo de todo el año y salimos, disfrutamos y llegaron los tres goles. Fue increíble».
La celebración en el vestuario al ritmo de Bizarrap y Luck Ra volvió a ser viral. «En el primer vídeo bailé unos buenos pasos prohibidos –sonríe–. Cuando subieron fotos y vi el vídeo, dije: ojalá el día 30 de mayo esté bailando esta canción por el ascenso con todas nuestras familias, que han sufrido tanto este año», concluye como próximo deseo del lateral valenciano de cara el 'play-off'.
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