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Lección de primera para empezar
El Oviedo falló un penalti al cuarto de hora, quedó con uno menos después por la segunda amarilla a Reina y acabó sucumbiendo solo sujetado por la actuación de Aarón
La vuelta del Real Oviedo a Primera salió bastante peor de los esperado, en un partido en el que los azules pagaron sus errores ... y se mostraron como un equipo muy verde en muchos aspectos del juego. Un penalti fallado por Salomón Rondón que podía haber puesto por delante en el marcador al cuadro ovetense y la expulsión de Reina, a los 27 minutos, fueron los clavos en la tumba de un equipo que no compitió como requiere la categoría. El Villarreal lo aprovechó en la primera mitad para sentenciar y los ovetenses, al menos, evitaron en la segunda que el resultado fuera peor.
El mejor de los azules fue el portero Aarón cuya actuación salvó a los suyos de una goleada mucho más abultada. Paunovic hizo cambios que evidencian la necesidad de que lleguen refuerzos a la plantilla, ya que tiró de dos jugadores del filial y también de Borja Sánchez, con el que no cuenta.
No hubo sorpresas en el primer once de la temporada. Jugaron todos los previstos, ya que tampoco había muchas más alternativas. Solo había alguna duda en la delantera entre Salomón Rondón y Fede Viñas, que se resolvieron a favor del venezolano.
Villarreal
Júnior; Mouriño, Foyth (Moleiro, min.69), Rafa Marín, Sergi Cardona; Pepe (T. Partey, min.82), Comesaña (Pedraza, min.82), Gueye (Parejo, min.69), Yeremy; Etta Eyong yGerard (Buchanan, min.47).
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Real Oviedo
Aarón; Nacho Vidal, Oier Luengo, Dani Calvo, Rahim (Cazorla, min.85); Sibo, Reina, Ilic (Borja Sánchez, min.77); Hassan (Marco Esteban, min.46), Rondón (Fede Viñas. min.62) y Chaira (Omar Falah, min.77).
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Goles: 1-0: min.29, Etta Eyong. 2-0: min.36, Gueye.
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Árbitro: Álvaro Muñiz, del Comité Gallego. Mostró tarjetas amarillas a Júnior, por parte de los locales y al visitante Reina, en dos ocasiones, por lo que fue expulsado a los 27 minutos. Paunovic vio amarilla por protestar.
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Incidencias: 29 grados. Terreno de juego en buenas condiciones. 18.333 espectadores.
Al cuarto de hora de partido Junior detuvo un penalti y ni eso le hizo ser más importante que Aarón para el suyo. El portero azul sostuvo al equipo en un inicio en el que las dudas atrás se convirtieron en numerosas ocasiones para locales.
Aarón fue providencial con un catálogo de intervenciones que incluyeron de todo. Salió del área a despejar, voló a un disparo de Gerard, reaccionó de forma felina a sendos remates de Pepe y le daba vida a los suyos.
En uno de los respiros del Real Oviedo, llegó una de las acciones que marcó el encuentro. Una mala cesión de Foyth a Júnior a los 12 minutos la aprovechó Chaira para meterse entre ambos y ganar el balón de cabeza, ante lo que el portero le derribó y el árbitro señaló penalti.
Salomón Rondón lo desperdició con un lanzamiento flojo al centro de la portería que desvió Júnior, que así enmendaba su error previo. Era el cuarto penalti fallado por el venezolano en su carrera, de los veinte que ha lanzado.
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Aarón seguía a lo suyo ante la falta de reacción del equipo y mantenía la esperanza de poder encontrar un acomodo en el campo que le permitiera, al menos, dejar de sufrir como lo estaba haciendo.
Lo que llegó fue una especie de puntilla en forma de tarjeta amarilla. La segunda que veía el equipo y las dos para Reina, que era de los más entonados del equipo. Su estreno en Primera se le atragantó teniendo que tomar el camino al vestuario antes de tiempo. Si la cosa parecía complicada con once, al quedar con diez rozaba la quimera. Así fue como empezó el calvario para el Real Oviedo. Etta Eyong, un jugador pretendido por los ovetenses y por el que siguen pujando, remató de cabeza un saque de esquina al fondo de la red y abrió el marcador. Gueye hizo el segundo en un disparo desde el borde del área y dejó la herida azul abierta, solo a la espera que el descanso la cerrara. En la banda calentaban Borja Sánchez y Ovie Ejaria
Para la reanudación Paunovic dejó en el vestuario a Hassan y dio entrada al defensa Marco Esteban y pasó a jugar con tres centrales. El Villarreal seguía mandando, a base de balón e ir madurando las jugadas, pero los carbayones, al menos, minimizaban daños encerrándose y acumulando gente por delante de Aarón.
En defensa era un ejercicio de supervivencia, mientras que en ataque era una carencia total de ideas y ánimo para intentar algo. La hora que estuvo Salomón Rondón en el campo dejó bastantes dudas sobre su estado de forma en la actualidad.
El calor ayudó a los azules en su ánimo de que la intensidad del encuentro descendiera y el Villarreal no fuera capaz de seguir aumentando su ventaja. Lo único que animó los minutos finales fue que Paunovic hizo entrar en el campo a Santi Cazorla, con la consiguiente ovación de las dos aficiones.
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