Real Oviedo | El mejor momento para superarse

El equipo entrenado por Javi Rozada se conjuró hace dos semanas, videoconferencia con el máximo accionista incluida, para afrontar realmente cada duelo de Liga «como si les fuera la vida en ello». Como si de las últimas jornadas de competición se tratase y se tuviese en juego la permanencia de manera casi agónica.

A los azules no les ha salido mal la jugada y cuentan los dos últimos partidos por victorias: Rayo Vallecano (2-1) y Alcorcón (1-3). Para cumplir con ese compromiso manifestado ante el mexicano Arturo Elías el reto pasa ahora por intentar mantener esa línea ante los dos últimos rivales de la primera vuelta. Tarea nada fácil y que, de acabar con triunfos carbayones, permitiría a los oviedistas celebrar el fin de año respirando por primera vez en lo que va de temporada algo más lejos del descenso. El primer contrario a batir es el Cádiz, un líder que llega con dudas tras una derrota y un empate, pero que comanda la tabla con cinco puntos de ventaja sobre el segundo y solo tres derrotas.

El técnico carbayón, Javi Rozada, sabe que hay que exprimir al máximo la racha de dos victorias consecutivas y llegar con ella al final del año para empezarlo de la mejor manera y le ha pedido a los suyos que den todo en esta recta final. El objetivo es derrotar al Cádiz, pero el camino pasa por mejorar sus propias estadísticas y rendimiento en el Carlos Tartiere.

El conjunto oviedista está abonado al empate en su feudo, donde es cierto que solo ha perdido en una ocasión -ante el Elche y con Egea aún en el banquillo- pero donde se le resiste también sumar de tres. En casa, donde los equipos han de estar más fuertes, los carbayones han logrado atar solo 12 de los 21 puntos que tienen en su casillero. Un registro pobre para una categoría tan competida y que apenas le auparía un puesto en la clasificación si se atiende solo a los partidos jugados en casa.

Los carbayones firmaron reparto de puntos en seis de los nueve partidos disputados en el Carlos Tartiere, algo que deja margen únicamente para dos triunfos y espaciados en el tiempo: ante el Girona en la jornada 12 (4-2) y hace quince días frente al Rayo Vallecano (2-1). Es por ello que en ese arreón final que el técnico pide a sus futbolistas van implícitos conseguir dos nuevos objetivos esta temporada. Ganar al Cádiz supondría sumar la que sería la segunda victoria consecutiva en casa por primera vez en Liga, una alegría de la que se han visto privados tanto equipo como afición hasta el momento. Y, por otro lado, una noticia aún mejor para la salud clasificatoria del conjunto azul: vencer al líder implica firmar por primera vez esta campaña tres victorias seguidas.

Tras el bache superado por el equipo hace quince días, fase de la Liga a la que llegó habiendo sumado solo 2 de 15 puntos, el mes de diciembre trae consigo la posibilidad de sellar con letras doradas la mejor etapa del bloque carbayón y el mejor registro personal de Rozada en el banquillo azul. El ovetense logró encadenar la victoria a domicilio frente al Albacete de la jornada 11 con la posterior en casa ante el Girona, una doble alegría que suponía llevar cinco jornadas seguidas sin perder, pero que no pudo prolongar en el tiempo y que dio lugar a un mes de noviembre para olvidar.

Los propios jugadores están convencidos de que ahora es el momento de, como les pidió el técnico, «competir diez días a piñón» y es por ello que la visita del líder llega, en palabras del vestuario, «en el mejor momento». La tranquilidad institucional lograda con la llegada de Francesc Arnau a la dirección deportiva parece haber sumado también a lo deportivo.

El grupo afronta ahora otros condicionantes propios de la época del año y la mala suerte, como son el estado del terreno de juego tras las lluvias, el mercado invernal o la lesión de Berjón. Rozada no quiere ni que la Copa ante el Badalona distraiga a los suyos. «Cádiz y Racing son los decisivos», les insistió pidiéndoles un plus antes del parón.