El Real Oviedo espera el consenso de las partes para paralizar la competición

El Real Oviedo fue el segundo equipo de LaLiga que manifestó oficialmente su deseo de aplazar los dos próximos partidos en lugar de disputarlos a puerta cerrada. El Zaragoza horas antes, y solo Dépor, Las Palmas y Celta después, secundaron dicha moción. Sin embargo, y pese a la falta de seguimiento de esta petición formal por parte del resto de clubes, la posibilidad de suspender la jornada coge peso según avanzan las horas. Será hoy, en una reunión a tres bandas entre la RFEF, la AFE y LaLiga, donde Federación, la Asociación de Futbolistas y el organismo dirigido por Javier Tebas tomen la decisión definitiva respecto a los partidos del fin de semana.

El conjunto carbayón fue también uno de los primeros en tomar medidas preventivas como cancelar actos, suspender entrenamientos de la cantera o dejar de facilitar entradas e invitaciones para el duelo ante la Ponferradina. Un par de días después, su paso al frente podría transformarse también en el aplazamiento de la jornada de Liga.

Eso mismo han solicitado tanto la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) como el Grupo de animación Fondo Norte. Ambos, a través de sus portavoces, han manifestado su conformidad en las últimas horas con la postura adoptada por el club ya que consideran que la decisión de jugar a puerta cerrada que propuso Tebas es un perjuicio directo al aficionado. Así lo destaca Javi Pérez, presidente de la APARO, que ve más cerca que nunca la posibilidad de parar temporalmente la competición. «Entendemos las precauciones que se toman para proteger al deporte, en este caso al fútbol. La decisión de jugar a puerta cerrada es una buena medida en ese sentido pero entendemos que si se aplazan los partidos se estarán haciendo mejor las cosas, ni jugadores ni trabajadores son inmunes ni mucho menos al virus», matizó Pérez.

En esa línea, el representante de la APARO, insistió también en que tanto deportiva como económicamente tambíen sale perdiendo el club azul si se disputan a puerta cerrada estos dos partidos que precisamente le toca jugar como local. «Tener a tu público en el campo no te garantiza la victoria pero sí es lo mejor para los jugadores. Además Dépor y Ponfe son desplazamientos que traen gente al campo y habrían contribuido a las arcas del club», argumentó el asturiano, que cree que las presiones de las últimas horas sobre La Liga facilitarán el aplazamiento.

Lo mismo opina Nacho Suárez, portavoz de Symmachiarii y del Fondo Norte. «Jugar a puerta cerrada es damnificar directamente al aficionado local. Entendemos que son medidas expcecionales pero dado que se toman a más de dos meses del final de liga aún hay tiempo. Pueden aplazarse 2 o 3 jornadas y jugar entre semana cuando se pueda asistir», apunta Suárez, para el que al puerta cerrada debiera ser una de las últimas medidas si finalmente han de aplazarse más jornadas tras estos 15 días.

El portavoz oviedista ve en el aplazamiento una solución para proteger a los jugadores sin suspender la competición y una manera también de proteger a un aficionado al que se acaba perjudicando siempre «al primer contratiempo».