El Real Oviedo asume errores y mira al futuro
La plantilla apela a la buena imagen mostrada en la segunda mitad de Villareal para fijar el rumbo de la temporada y del envite con el Madrid
Aterrizar en Primera División después de 24 años de ausencia no es sencillo para ningún equipo y el Real Oviedo no iba a ser una excepción. Los azules sintieron en sus propias carnes como los errores propios y ajenos tienen un peso mucho más grande que otras categorías. En la elite no hay perdón. Una secuencia como la vivida por los carbayones que vieron como en 15 minutos pudieron estar por delante en el marcador a sufrir una expulsión y encajar un gol. Esos peajes son los propios que debe pagar un novato. Veljko Paunovic lo dejó claro en su rueda de prensa posterior al encuentro y el vestuario siguió la línea del técnico para asumir los fallos propios y poner el foco en lo que vendrá dentro de ocho días con la visita del Real Madrid al Carlos Tartiere.
Si algo dejó claro el encuentro de La Cerámica es que Aarón Escandell ha regresado a la competición con la misma capacidad de ser determinante que tenía en Segunda. El meta valenciano fue el más destacado de los azules y sus intervenciones hicieron que el equipo mantuviese una mínima opción de estar vivo en el choque. Una vez apagados los focos del encuentro, el meta quiso hacer un análisis positivo de lo vivido en el encuentro: «Me voy con una valoración positiva porque esto acaba de empezar, no era como queríamos, pero si hubiese sido once contra once hubiese sido de otra película». Escandell no pudo evitar hacer referencia a la pena máxima desperdiciada, pero apoyando a Rondón: «Hemos empezado bien, con un penalti a favor que luego se ha fallado, que puede pasar,».
El auténtico mazazo llegó con la segunda tarjeta a Alberto reina y su expulsión. Apenas habían transcurrido 26 minutos del choque y la inferioridad era un problema muy grande para el equipo. «Es verdad que a raíz de la expulsión hemos tenido que remar, competir de manera diferente», reconoció el meta. El equipo pasó por unos minutos de zozobra: «No hemos ajustado como hemos ajustado en la segunda parte». Pese al mal resultado, Escandell prefiere mirar a los aspectos más positivos que tuvo el duelo: «El equipo ha competido, sobre todo cuando hemos salido de la segunda parte, el míster nos ha motivado, ha cambiado el sistema y hemos creído en que podíamos competir, aunque sabíamos que dos goles era complicado».
Nacho Vidal se reencontró con la Primera División y también fue de los que echó en falta esa pizca de fortuna que hace falta para competir en casa de un equipo que jugará la Champions: «Es cierto que los detalles han caído para el otro lado, te puedes poner 0-1 con el penalti y no aciertas, luego la expulsión te condiciona también, enseguida después de la expulsión te viene 1-0, se han sido tres mazazos de manera muy seguida que anímicamente te merman mucho». Siendo una situación compleja, el valenciano prefirió quedarse con los brotes verdes que también tuvo el equipo: «En la segunda parte hemos dado una sensación buena, creo que a nivel defensivo hemos estado bien, es cierto que luego con balón no hemos estado acertados».
Hay una explicación para esos problemas a la hora de generarle problemas al rival en su área: «Estar corriendo continuamente detrás del balón te hace no ser tan preciso y es verdad que ellos han apretado bien la pérdida y nos ha costado tener secuencias largas para descansar con balón». Todo ese desgaste acaba pasando factura a cualquier equipo: «Te merma mucho no solo anímicamente sino físicamente, y al final estás lejos del Villarreal y te cuesta llegar al área rival y acabas sintiéndote un poco lejos». Su conclusión final es clara: «Éste es el camino, la cara que hemos mostrado en la segunda parte y a partir de ahí pues seguir creciendo».
La mejor medicina para curar el dolor de la primera derrota está claro: «Hay que desconectar la cabeza porque las vacaciones de verano fueron cortas, cada día libre lo tenemos que aprovechar para desconectar, para estar con nuestra gente y a partir de ahí volver con la cabeza limpia para afrontar otra semana».