Real Oviedo 2 - 3 Córdoba: los azules vuelven a dar la de cal

El Córdoba de Iván Ania, que no había ganado a domicilio aún, se puso 0-2 y luego, cuando los ovetenses recortaron con el gol de Oier Luengo, marcó el tercero en el añadido. El técnico azul quiso buscar la reacción con la entrada de Cardero y Lemos, pero no fue suficiente. El gol de Chaira abrió la puerta a una remontada que no llegó. El Oviedo pierde así la oportunidad de acercarse a los puestos de ascenso directo y se va, además, con la preocupación por la lesión de Fede Viñas.

Javier Calleja volvió a apostar por jugar con dos delanteros y Alemao y Fede Viñas formaron en el once. Además, volvieron los más habituales, con siete cambios, empezando por Aarón, que retornó a la portería. Cazorla no entró en la convocatoria por las molestias que arrastró toda la semana.

El planteamiento inicial duró solo un cuarto de hora. El Córdoba se adelantó en el marcador a los seis minutos en una acción mal defendida por los ovetenses, que acabó con un balón de Adilson al área, donde Obolskii solo tuvo que empujar. Por si fuera poco tener el marcador en contra, llegó la lesión de Fede Viñas, que produjo un cambio de planes. Calleja apostó, en esta ocasión, por sacar a Portillo para que jugara por detrás de Alemao, que se quedaba como única referencia ofensiva del equipo.

Lejos de reaccionar, los ovetenses veían cómo una vez más el Córdoba volvía a marcar. En esta ocasión, el tanto llegó en un saque de falta desde la frontal, en la que el central Martínez se adelantó a todos para cabecear al fondo de la red y aumentar la ventaja del conjunto de Iván Ania, que contaba sus aproximaciones por goles.

El mayor problema era el ofensivo, ya que el equipo reincidía en las pérdidas de balón. Daba la sensación que faltaba intensidad tanto a la hora de presionar como a la de iniciar el juego y ofrecerse. El Córdoba, mientras, recuperaba una y otra vez para castigar con llegadas que solo la falta de pegada hacían que no se convirtieran en ocasiones de gol claras.

Los azules estaban a la deriva, sin un jugador que asumiera el liderazgo en el campo. El balón parado metió al equipo ovetense en el partido cuando Colombatto sacó una falta que Oier Luengo alcanzó en el segundo palo para mandar al fondo de la red.

Los ovetenses veían cómo en una mala tarde se podían ir al descanso con un mal menor, que era un gol de desventaja. No fue así porque, en el quinto de los nueve minutos de prolongación, el Oviedo volvió a mostrar su endeblez defensiva permitiendo un centro de Álex Sala y, lo que fue peor, un remate de Théo Zidane en el área sin oposición.

Por segunda jornada consecutiva los ovetenses se iban al descanso con dos goles de desventaja en el marcador ante un Córdoba que solo había logrado dos empates a domicilio en diez encuentros.

En el descanso, el técnico Javier Calleja retiró a Oier Luengo y Sibo para dar entrada al terreno de juego a Lemos y Álex Cardero. El equipo no mejoró y seguía dando facilidades a un Córdoba que tenía el partido donde lo quería. Loa azules se metieron en el partido con un gol de Chaira, después de recibir un centro de Pomares. A partir de entonces fue un acoso y derribo sobre la portería cordobesa, con numerosas ocasiones de gol, pero el tanto no llegó. En la mayoría de las veces, víctima de la precipitación.