Tarde de adioses y reencuentros

Como si se tratase de un aeropuerto en cuyos pasillos es habitual ver cruzarse los caminos de viajeros. De esos que llegan a su destino y otros que ponen rumbo a otros lugares. El Carlos Tartiere compartió ayer esa sensación. Pudo ser la última ocasión como locales en el municipal ovetense de hasta ocho jugadores cuyo contrato con los carbayones expira el próximo 30 de junio y quién sabe si de alguno más que teniendo compromiso puede cambiar de aires.

En la lista de jugadores que no tienen vinculación con el Oviedo para la próxima campaña están Tomeu Nadal, Juanfran, Camarasa, Marcelo Flores, Raúl Moro, Manu Vallejo, Sergi Enrich y Leo Sequeira. Además, el futuro de Borja Bastón y Borja Sánchez no está ni mucho menos claro. Ambos son pilares del proyecto azul, pero podrían salir con destino a Pachuca o León, los otros equipos de los propietarios oviedistas y que va camino de convertirse en uno de los culebrones del verano.

De los regresados, uno era especialmente recordado: Marco Sangalli, que completó tres campañas y media en el conjunto azul y con un notable rendimiento. De los muchos recuerdos que dejó, por ejemplo, aquel gol en Extremadura en la temporada de la covid y que supuso que el equipo pasase todo el parón fuera de los puestos de descenso. La ovación con la que fue despedido en su cambio dejó claro el cariño de la grada por el donostiarra. Jorge Pombo tuvo un paso más discreto, al igual que Matheu Aiás, que inició el partido desde el banquillo.

A su manera, José Alberto también vivió un momento agradable. Ovetense de nacimiento y con pasado sportinguista, sus duelos contra el Oviedo siempre tienen un punto de picante y más este año con el excepcional trabajo firmado con los cántabros. Además, celebraba su 41 cumpleaños, pero no pudieron regalarle un buen resultado.

Hubo más reencuentros. Marianín, 'Pichichi' en Primera División con la camiseta azul en la temporada 1972-73 compareció sobre el césped con doble misión. Primero, se ocupó de entregarle a Sergi Enrich el premio de la Liga de Fútbol Profesional como mejor jugador de la categoría el pasado mes de abril, premiando su trabajo y el gran momento de forma del Oviedo en este tramo de la temporada. Después, el 'Jabalí del Bierzo' celebró el 50 aniversario de su marca goleadora haciendo el saque de honor.

En el palco de autoridades también hubo un reencuentro especial. Tuto Sañudo, central legendario de Racing y Oviedo y presidente de honor de los cántabros, acudió al encuentro. Su bigote forma parte de la historia de ambos clubes y con los oviedistas tocó la gloria jugando la eliminatoria de la UEFA contra el Genoa.

Hubo también un momento especialmente doloroso en el arranque del encuentro y fue cuando ambos equipos formaron en el círculo central abrazados para guardar un minuto que resultó sobrecogedor en recuerdo de las dos niñas rusas fallecidas el pasado viernes en un edificio muy cercano al estadio. El golpe sacudió a toda la ciudad y el fútbol también quiso recordarlas.