Triunfo de fe para seguir soñando

El once azul presentó cuatro novedades con relación a la alineación de la pasada jornada frente al Córdoba. Dos de ellas fueron en la defensa, donde entró Rahim por el lesionado Pomares y David Costas por Oier Luengo, en este caso por decisión técnica. En el centro del campo, Hassan y Portillo fueron las novedades en las bandas, ocupando las plazas de Cazorla y Sebas Moyano. Además, Fede Viñas se mantuvo en la delantera, con Alemao en el banquillo.

El encuentro empezó con ritmo: el que ponían dos equipos que pelean por el ascenso. Inicialmente daban más sensación de peligro los locales, pero los visitantes tenían más control del juego y posesiones bastante más largas, aunque no eran capaces de poner en muchos apuros a Aarón Escandell.

El juego de los ovetenses les permitía acercarse a la portería rival, pero ahí se acababan las ideas. Las internadas de Hassan eran uno de los argumentos más sólidos en el ataque ovetense. También Rahim empezaba a asomarse alguna vez por la banda izquierda. Precisamente una llegada del internacional con Níger acabó en el gol que adelantó a los ovetenses, ya que, tras un centro suyo y un rebote posterior, Ignasi Miquel, en su intento de despejar, mandó el balón al fondo de la red de su compañero Andrés Fernández. Los ovetenses sacaban petróleo de una de sus pocas aproximaciones con peligro.

El gol cambió poco el panorama sobre el terreno de juego, ya que el Levante seguía teniendo el control del balón, pero eso era solo una apariencia, ya que eso no le servía para crear ocasiones de gol y los ovetenses seguían percutiendo al contraataque con la velocidad de Hassan y también la de Rahim.

La primera mitad acabó con premio para los que tuvieron la fortuna de encontrarse con un gol. Sobre el campo las fuerzas estuvieron parejas y los aficionados pudieron disfrutar de un partido bastante más entretenido que los últimos que se vieron en el municipal ovetense.

Tras el descanso, los visitantes salieron más obligados por el marcador y tuvieron todavía más control del juego, pero eso no acababa de traducirse en ocasiones en el área. Por el contrario, los azules aprovechaban los espacios y disfrutaron de ocasiones para sentenciar. En este aspecto estuvo especialmente acertado Rahim, que llegó por su banda en varias ocasiones, pero no acabó de encontrar el centro para un compañero.

El encuentro tomó otro rumbo cumplida la hora de encuentro, cuando en apenas en cinco minutos los ovetenses perdieron a los dos centrales. Primero fue David Costas, que tuvo que dejar su puesto a Oier Luengo, y, solo cinco minutos después, Dani Calvo también tuvo que abandonar el terreno de juego, haciendo que debutara el defensa del filial Eze con el primer equipo. Estaba claro que el partido se iba a convertir en un ejercicio de supervivencia para los ovetenses, que habían perdido a dos de sus jugadores clave.

Los visitantes eran un querer y no poder ante un conjunto ovetense que se defendía como gato panza arriba, alejando el balón todo lo que podía de su campo para evitar riesgos. El acoso del Levante era tan insistente como improductivo, ya que el equipo de Paunovic estaba muy acertado y seguro en defensa. Todos los jugadores se dejaban la piel para tratar de alejar el balón de la portería de Aarón, que tampoco tuvo demasiado trabajo, salvo en un disparo de Kochorashvili que iba a la escuadra. Cada saque de portería, cada despeje, se celebraba por la grada ,que veía cómo el equipo se llevaba tres puntos muy importantes.