Último arreón antes de recibir al Ibiza

El entrenador carbayón asistió al primero pese a ser día de partido dado lo importante que es que plantilla y cuerpo técnico estén cerca de los patrocinadores, y no se perdió tampoco la presentación del oscense ayer en el Tartiere.

Solo unos minutos antes, el vizcaíno estaba dirigiendo una sesión a puerta cerrada en la que sí algo se pudo comprobar eso fue el buen humor y la complicidad que reinan en el vestuario carbayón. En la primera media hora de la sesión -la parte del entrenamiento a la que pueden acceder los medios de comunicación-, la plantilla carbayona completó ejercicios de calentamiento con un toque más lúdico de lo habitual.

Tras una primera fase dirigida por el readaptador Álvaro Cuello, el preparador físico Pablo Santis y el resto de integrantes del cuerpo técnico participaron de un ejercicio en el que se trabajó a partes iguales competitividad, remate y reflejos. Santis dividió al grupo en dos equipos que competían entre sí tratando de ganar a su rival a base de goles en los que solo valía rematar de cabeza y la posterior parada que tenía que ejecutar al instante quien remataba. Hasta Bolo celebró con los ganadores tras el último de los goles.

Pomares, protagonista de la semana tras su vuelta a la dinámica, fue el peor parado tras una última partida en la que sus compañeros no dejaron de bromear sobre sus dificultades para entender el ejercicio. «Remata pero luego no se queda de portero, es imposible ganar con él», se reían varios de los futbolistas azules al acabar el juego.

En el entrenamiento de ayer, en el que entrenaron completamente integrados Miguelón, Pomares y Luismi, estuvieron presentes de nuevo los dos jugadores del filial que Bolo mantiene en dinámica del primer equipo, Lucas Laso y Bretones, aunque este último no podrá jugar ante el Ibiza (sábado, 16.15 h.) por su expulsión con el Vetusta. Quienes tampoco estarán son Viti y David Costas, que siguen trabajando al margen, recuperándose de sus respectivas lesiones.