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Ruta por la calzada romana de Rioseco
La caminata que hoy te proponemos es una ruta circular cómoda, sencilla y bien señalizada por la Calzada Romana de Rioseco, un tramo bien conservado de la antigua vía que unía la comarca leonesa de Riaño con Langreo
Itinerario:
Rioseco, Calzada Romana, Majada de la Gamonal, La Faya, Colláu de Unqueru y Rioseco.
Descripción de la ruta:
La ruta de hoy nos vuelve a situar en el concejo de Sobrescobio y en el Parque Natural de Redes. La caminata que hoy te proponemos es una ruta circular cómoda, sencilla y bien señalizada. Una ruta que nos llevará más o menos unas 4 horas y media de caminata, pero que también podrás escoger recortar en una versión más fácil si decides empezar la vuelta por el Barranco de Anzó, en vez de seguir subiendo a la Gamonal y al Collado Unqueru.
En la versión larga solo nos encontraremos con un tramo más estrecho y aéreo en el que sobre todo si vamos con niños será necesario ir con cuidado y también con un tramo en el que será necesario fijarse bien donde ponemos el pie, debido a que el deshielo y a las lluvias han convertido esa parte de camino en una especie de llamarga. Por lo demás, nos encontraremos con un camino cómodo y con bellas panorámicas a las montañas cercanas, al pantano de Rioseco y al embalse de Tanes.
MIDE Ruta de la Calzada Romana de Rioseco
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Horario: 4 h 15 m (andando)
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Altitud máxima: 1.079 metros
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Altitud mínima: 380 metros
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Distancia: 11,95 kilómetros
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Tipo de recorrido: Circular
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Dificultad: fácil
Para comenzar con la ruta partiremos de Rioseco, donde podremos dejar aparcado nuestro coche en una zona de aparcamiento que encontraremos al final del mismo pueblo.
Iniciaremos nuestra caminata a la salida del mismo, en el barrio de El Pedrosu y en dirección a Campo de Caso. Allí encontraremos un cartel informativo que nos indicará las dos versiones de recorrido que podremos seguir por esta ruta y su P.R. AS-122 que nos acompañará durante todo el camino con constantes señalizaciones.
Iniciaremos la ruta por una senda señalizada a la izquierda de la carretera y en ligero ascenso que nos llevará por una zona boscosa de robles y castaños.
Una breve subida en la que dejaremos a nuestra espalda algunas cabañas y que nos llevará hasta la portilla que da paso a la antigua calzada romana. Una calzada que atravesaba la parte sur del concejo y por la que tendremos que seguir con nuestra ruta de hoy. Es importante que tanto en esta, como en cualquier otra ruta en la que nos encontremos con este tipo de portillas, no nos olvidemos de cerrarlas después, ya que muchas veces evitan que el ganado de pueda salir a los caminos o de las fincas.
Una vez cruzada esta portilla, nos encontraremos como el camino de tierra da paso a una auténtica calzada con un camino empedrado que irá ganando altura de forma suave por encima de la carretera. A unos pocos metros nos encontraremos siguiendo por esta calzada evidente la primera y única fuente en la que podremos recoger agua de toda la ruta.
Siguiendo con nuestro camino, nos toparemos con una de las primeras zonas con mejores vista de la caminata. Desde el mirador tendremos una vista privilegiada de la naturaleza y vegetación que rodea este lugar, así como de las cumbres y montañas cercanas o incluso de un ligero atisbo del Embalse de Tanes.
Cantu Cumbral, Peña Cuyargayos, El Retriñón, Pico Cogollo o Peña Escrita, por la cual transcurre la anterior ruta de Villamorey a la Sierra del Crespón del pasado fin de semana. Una panorámica increíble, que sobre todo si no hay niebla de por medio disfrutaremos muchísimo.
Pasando el mirador y unos metros más allá alcanzamos el Peñón del Caspiu (550 m), donde veremos dos placas en honor a las víctimas por los fusilamientos durante la guerra civil, seguiremos por el camino evidente hasta situarnos a la altura de la cuadra de los Casaplinos.
Allí veremos un depósito de agua con un pilón alargado y semicubierto por la maleza, y justo en este punto una desviación a la derecha que se dirige hacia Anzó.
Seguiremos el camino en ligero ascenso de la izquierda, desde el que podremos disfrutar nuevamente de la espectacular panorámica del embalse de Tanes y las cumbres cercanas.
Por este camino evidente encontraremos al principio una cabaña de pastores rodeada por una zona boscosa que da a este lugar un encanto especial. Proseguiremos el paseo hasta un nuevo cruce de caminos, donde se recibe por la derecha la pista que asciende por el Barranco de Anzó. En este punto se debe elegir entre una de las dos opciones: continuar la ascensión hacia la Peña La Gamonal o iniciar el descenso por el barranco de Anzó.
En este caso nosotros decidimos seguir subiendo a La Gamonal, así que tomamos la pista de la izquierda que asciende entre las praderías de Gamonalín, un imponente balcón sobre las presas de Tanes y Rioseco. Por este camino nos encontraremos con la Majada de la Gamonal, donde toparemos una hermosa pradería con amplias vistas y con dos cabañas.
En dirección a ellas continuaremos con nuestra ruta siguiendo el PR y dejándolas a la derecha, ascendiendo hacia el collado de La Faya por debajo de una crestería.
Desde este collado se realiza la ascensión a la Peña Gamonal (1.097 m) por la que llegaremos a la cumbre pasando por un paso estrecho en el que tendremos que tener cuidado ya que a pesar de ser un tramo corto, es algo aéreo.
Desde aquí tendremos que seguir nuestro camino cresteando entre rocas y brezal y después llegaremos a la Collaína del Rosellón, la cual toma el nombre del pico que tendremos que rodear por la izquierda y en dirección al Collado de Unqueru.
Una vez allí solo tendremos que iniciar nuestro descenso hasta el Arroyo Güeru, al inicio de este descenso encontraremos una parte del camino pantanosa que tendremos que rodear por encima para evitar con el agua y el barro acaben dentro de nuestras botas.
Desde aquí seguiremos el camino evidente y siguiendo el PR, hasta acabar en una pista hormigonada que nos conducirá hasta Rioseco.
