La nueva vida de Patrick Hardison, el bombero que se sometió a un trasplante total de cara

Patrick Hardison, bombero norteamericano de 42 años, se sometió al primer trasplante completo de cara hace un año. Hoy ha vuelto a la vida tal y como él mismo ha confesado: «Hoy estoy aquí porque quiero que la gente pueda ver que hay esperanza después de una lesión como la mía».

Un terrible incendio en 2001 le quemó prácticamente toda la cara. Perdió las orejas, la nariz, el pelo y los labios. Sus ojos eran apenas dos pequeños orificios irregulares. Desesperado, se sometió al trasplante más completo que se había realizado hasta la fecha. Una intervención de 12 horas que consiguió devolverle buena parte de su antiguo rostro. Hoy, Patrick Hardison ha recuperado la esperanza. Ahora puede conducir y llevar a sus hijos al colegio por la mañana. Puede nadar, peinarse con los dedos y parpadear. Puede caminar entre la multitud sin sentirse observado ni señalado y los niños ya no huyen de él llorando, asustados.

La operación resultó ser un rotundo éxito y su evolución ha sido sorprendente.

«Estoy especialmente orgulloso de compartir mi historia con otros bomberos con quemaduras, socorristas y militares de Estados Unidos. Quiero ayudar a aquellos que estén heridos que sepan que también hay esperanza para ellos».

El equipo médico que realizó el trasplante usó la cara de David Rodebaugh, un mecánico de 26 años que decidió inscribirse en la lista de donantes antes de morir.