Desescalada | Asturias pide entrar el lunes en la fase 1 y que los Oscos y los valles del Oso pasen a la 2
La escasa incidencia del virus en trece concejos asturianos les abre la puerta a tener mayores ventajas, pero aislándose del resto
ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Jueves, 7 de mayo 2020, 02:24
Asturias se siente preparada para seguir recorriendo el sinuoso camino de la desescalada hacia la nueva normalidad que dejará el paso del coronavirus en el país, y así se lo trasladó ayer el Ejecutivo de Adrián Barbón al Gobierno central. El presidente autonómico informó durante el pleno de la Junta General -el primero que se celebraba en la Cámara asturiana desde que se decretara el estado de alarma- que la propuesta presentada por Asturias pasa por que todo el territorio avance de la actual fase 0 (de preparación) a la denominada fase 1 (inicial) a partir del próximo lunes, 11 de mayo.
Pero además, atendiendo a la escasa incidencia del virus que revelan los indicadores epidemiológicos, la baja densidad poblacional y sus condiciones orográficas, el Principado ha solicitado que los valles del Navia-Oscos-Eo y también los valles del Oso salten directamente a la fase 2 (intermedia). La decisión última depende del Gobierno central -que continúa ostentando el mando único de este proceso con la nueva prórroga del estado de alarma aprobada ayer en el Congreso-, si bien desde el Principado no parecen tener dudas sobre el paso generalizado de todo el territorio a la fase 1. Fuentes de la Consejería de Salud confirman, de hecho, que Asturias cumple con los requisitos de camas de UCI y hospitalización para pasar de fase, si bien estos no son los únicos indicadores a tener en cuenta. También pesan otro tipo de factores como la situación epidemiológica, mucho más controlada que en otras provincias, y el cumplimiento de las medidas de protección colectiva en los centros de trabajo, comercio y transporte público.
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Pero, aunque Asturias cumpla todos los requisitos, Barbón volvía ayer a advertir de que en estos momentos «no se puede bajar la guardia», e instaba a los asturianos a mantener la distancia de seguridad de dos metros y a utilizar la mascarilla como método de protección para que esta región se convierta, dijo, «en ejemplo de la lucha contra el coronavirus». Y es que, igual que hiciera el pasado fin de semana, cuando se pusieron en marcha las primeras medidas de alivio del confinamiento, el presidente reconoció que ha visto imágenes en la calle que «le preocupan».
Quince días
La etapa que comienza el próximo lunes se prolongará al menos otros quince días y permitirá, entre otras cuestiones, reuniones sociales de hasta diez personas respetando la distancia física, la apertura del pequeño comercio, abrir las terrazas con una ocupación de hasta el 50%, y también los hoteles y alojamientos turísticos excluyendo zonas comunes. También se permitirán mercados al aire libre y espectáculos culturales en lugares cerrados (con un tercio de aforo) y de menos de 200 personas al aire libre.
Unas licencias que podrían ser aún mayores en los nueve concejos que conforman los valles de Navia-Oscos-Eo (Santa Eulalia, Villanueva y San Martín, así como Taramundi, San Tirso de Abres, Grandas, Pesoz, Illano y Boal) y los cuatro que se identifican con los Valles del Oso o Valles de Trubia (Teverga, Proaza, Santo Adriano y Quirós). Trece municipios que suman cerca de 9.000 habitantes y que, de recibir el visto bueno por parte del Gobierno central, pasarían directamente a la fase 2, situándose de esta forma en el mismo escalón de la desescalada que las islas El Hierro, La Graciosa, La Gomera y Formentera.
El Gobierno asturiano siempre fue partidario de que los territorios con menor incidencia del virus pudieran avanzar de forma más rápida en el proceso de desconfinamiento. Eso sí, al igual que desde el Principado se pide el control de la movilidad entre comunidades que puedan encontrarse en diferentes fases, también reforzaría ese control dentro del territorio asturiano para proteger a estas zonas si, finalmente, pasan a un nivel más avanzado que el resto. De ser así, los habitantes de estos trece concejos podrían disponer a partir del próximo lunes de permiso para abrir sus restaurantes y ofrecer servicio en las mesas, recuperar actividades como la caza y la pesca e, incluso, organizar actividades culturales con menos de 50 personas sentadas, y hasta 400 si son al aire libre. Eso sí, quedarían aislados del resto del territorio.
La propuesta en relación a la zona de Los Oscos y los valles de los Osos responde, quiso explicar Adrián Barbón, a una «reflexión colectiva» del comité de expertos encabezado por el vicepresidente Juan Cofiño y constituido para tratar de acompasar el plan de desescalada nacional con las singularidades de Asturias. Singularidades no solo territoriales, sino también sociales y económicas. Motivo por el que hoy está previsto que el Gobierno regional haga entrega al Ejecutivo de Pedro Sánchez de una segunda propuesta para configurar la hoja de ruta para la desescalada en esta comunidad en relación a los diferentes sectores económicos y sociales de Asturias.