El Prerrománico más dulce

¿Se imaginan que San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco se pudiesen comer? ¿Y que formaran parte del belén de chocolate que aspira a ser el más grande del mundo? Este sueño gastronómico se acerca a la realidad, ya que la pastelería cordobesa Galleros ha incluido dos de los monumentos más destacados del Prerrománico ovetense, declarados Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, en su popular representación navideña.

Los siete artesanos de este obrador, situado en la localidad de Rute, se pusieron hace cuatro meses manos a la obra para diseñar estas figuras, entre las que también se encuentran el famoso puente de Rialto de Venecia, la Basílica de San Pedro del Vaticano o la pirámide mexicana Kukulcán. Sin embargo, uno de los lugares más privilegiados lo protagonizan los asturianos San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco, situadas al principio de la representación.

Para realizar estos dulces edificios han usado chocolate negro para las ventanas, la puerta y el tejado, y para el resto chocolate con leche y blanco. Pero aún más apetecibles son las cifras finales. En esos cuatro meses de elaboración, los pasteleros de Rute han empleado 1.500 kilogramos de chocolate, de los cuales el 60% es cacao con leche, el 30% chocolate blanco y el 10% restante de chocolate negro.

Esta no es la primera vez que Galleros hace una joya así. La tradición de adornar la navidad cordobesa con un belén de chocolate gigante comenzó hace noventa años con una representación mucho más pequeña que este año. Con el propósito de superarse, ha ido sumando piezas hasta llegar al centenar.

Ahora está por ver si los pasteleros de Galleros, una vez que pase la Navidad, dejan a los ovetenses degustar Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. O si se animan y, para el año que viene, incluyen Foncalada y San Julián de los Prados.

Mientras tanto, los visitantes podrán asistir cada día de la Navidad, excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero, a la muestra desde las 10 hasta las 13 horas y por la tarde de 16 a 20 horas. Aquellos a los que no les pille de camino, que disfruten de los originales.