«Me niego a volver a Inglaterra»

Los camioneros asturianos Chus Braña, de La Felguera; Pablo Candanedo, de Barros, en Langreo, e Isaac Álvarez, de Gijón, llegaron ayer a sus casas justo para sentarse a la mesa en la comida de Navidad. Tras tres semanas fuera de sus hogares, en el caso de los dos vecinos de la cuenca, sus familiares les esperaban con los brazos abiertos hace ya varios días.

Sin embargo, todo se torció por culpa del coronavirus y el hallazgo de una nueva cepa en Inglaterra que ha puesto en alerta a Europa y que hizo que Francia cerrara su frontera con el archipiélago británico. De ahí que lo que en principio iba a ser para ellos un viaje rutinario para transportar una mercancía de plástico desde Marsella hasta Reino Unido, y volver a casa antes de Nochebuena, se convirtió en toda una pesadilla.

La hoja de ruta marcada por la empresa en la que trabajan estos tres profesionales, Manuel Menéndez, de Gijón, preveía descargar la mercancía en Inglaterra el pasado sábado 19 de diciembre para partir rumbo a Asturias solo dos días después, el lunes 21 por la mañana. Sin embargo, desde entonces y hasta la noche del pasado 23, se han sentido como Tom Hanks en la película 'La Terminal', sin poder abandonar el país, atrapados en tierra de nadie.

Francia les reclamaba una PCR negativa para poder cruzar el charco, pero el caos para conseguir la prueba al otro lado del canal de la Mancha era monumental. Casi imposible.

Tras tres días atrapados en el puerto de Newhaven, junto con otros miles de camioneros procedentes de todo el mundo -el ministerio de Exteriores de España calcula que había más de 1.500 camioneros españoles en tierras inglesas- no se lo creían cuando, por fin, se vieron subidos en el ferry que les llevaría al puerto de Dieppe, en Francia, con su PCR negativa en la mano. De hecho, el camión de Chus Braña entró en este viaje casi por los pelos. «Solo pensaba en llegar a la cuenca y beberme un culín de sidra», confiesa.

Antes de reunirse con los suyos, sin embargo, les quedaba un largo viaje y su pertinente descanso, en un área de servicio a 110 kilómetros de Irún, donde los dos camioneros de la cuenca tuvieron que pasar la Nochebuena. «Cenamos perritos calientes, una lata de mejillones y cerveza; y dormimos en los camiones», relataba el vecino de La Felguera después de aparcar su camión en Torrelavega y disponerse a realizar los últimos kilómetros para llegar a casa. Le esperaba su gente y los mejores manjares: «Sopa de marisco de mi madre, cordero a la estaca y casadielles. Y sidra, mucha sidra, porque soy muy sidrero y tengo muchas ganas de tomarme un culín».

Chus Braña cree que la famosa cepa del coronavirus no es más que la excusa del bloqueo que se está viviendo entre Reino Unido y Francia. «En Inglaterra todo el mundo va sin mascarilla, hasta los policías», dice. Considera, por ello, que detrás de todo esto está el tira y afloja del acuerdo del 'Brexit'. Así que avisa: «Me niego a volver al Reino Unido, porque ahora con el 'Brexit' a partir del 1 de enero va a haber muchos problemas. De conejillos de indias que hagan ahora otros, nosotros ya tuvimos bastante estos días», advierte.