Coronavirus | «Muchos granitos forman la playa y ayudar no cuesta»
Héroes ante el coronavirus: Luis González, Silvia Bayón y Arianne, voluntarios de Cruz Roja | Esta familia gijonesa reparte alimentos a las personas sin recursos y echa una mano a los mayores
P. A. MARÍN ESTRADA
Domingo, 3 de mayo 2020, 02:49
Contribuir a frenar la pandemia compromete a toda la sociedad y en ello la responsabilidad de cada uno es vital. Hay además ciudadanos que cooperan un poco más en esa labor: son los voluntarios, un colectivo que ha cobrado la visibilidad con la que siempre debería ser percibido. La familia formada por Silvia Bayón, Luis González y su hija, la pequeña Arianne, de diez años, forman parte del voluntariado de Cruz Roja en Gijón, una institución que sigue desarrollando un trabajo en el que miles de manos, de forma altruista, son claves para realizarlo. «Esta familia solo somos un granito de arena en una gran playa. Hay cientos de compañeros en nuestra organización y en muchas otras que están ayudando a los demás no solo en estos momentos, sino siempre», aclara Luis. Silvia lo secunda: «Ahora hay bastante gente que quiere apuntarse para echar una mano y me parece muy bien, pero también lo estaría que se acordaran de ello el resto del año». Ayudar a los demás, afirma Luis González, fue el principal motivo que lo llevó a colaborar hace cuatro años con Cruz Roja, donde participa en el proyecto Socorro y Emergencias, un equipo actualmente dedicado a repartir alimentos por los domicilios de personas mayores, con movilidad reducida o con pocos recursos. Su mujer es voluntaria desde finales del pasado año, estimulada por el ejemplo de Luis y, en su caso, involucrada en el apoyo a ancianos, fundamentalmente en acompañamiento a centros hospitalarios o en tareas cotidianas en sus hogares. «En estas últimas semanas hemos estado básicamente asistiendo a pacientes cardiacos que tienen prescritos anticoagulantes y otros tratamientos igual de necesarios. Los acompaño a centros de salud o acudo al hospital o a las farmacias para acercarles los medicamentos a su casa y lo que precisen», explica Silvia. El matrimonio compatibiliza sus tareas voluntarias turnándose para estar con Arianne, que, por su parte, lleva ya dos años integrada en el grupo para niños Trineo: «Allí hablamos de muchas cosas: de género, inmigración, derechos humanos, medio ambiente. También aprendemos algo básico de primeros auxilios». Ahora el grupo se reúne a través de las redes sociales, el medio por el que sigue «jugando con amigas y estudiando juntas». Es su padre quien añade que en un futuro a la pequeña «le gustaría seguir en Socorro y Emergencias», donde está él, «pero aún es pronto».
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El cuarto miembro de la familia, 'Nut', una perrita mestiza adiestrada en olfato de detección, sobrelleva el confinamiento con los paseos diarios y entrenándose en casa. «La niña y yo salimos cada tarde a aplaudir a la ventana. Con las horas que echan y todo lo que están pasando los sanitarios, es lo menos que podemos hacer», cuenta Silvia. Luis retoma la imagen del granito: «Muchos hacen una playa. Y ayudar a los demás no cuesta tanto. Tampoco ahora».