De todoterrenos, gobernadores y semáforos
Venía hace medio siglo muy 'municipal' la actualidad, porque, por fin iniciado el curso político tras el parón de las fiestas, el Ayuntamiento comenzaba a anunciar buenas nuevas. La adquisición de un vehículo 'todoterreno', por ejemplo, a la firma Asturdiesel, con destino al servicio de alcantarillado, o la futura instalación de semáforos «en la entrada a Gijón por la denominada Puerta de la Villa. En esa zona los semáforos regularán el tráfico hasta la misma plaza del Seis de Agosto». La decisión llegaba poco después de que se colocase un semáforo de funcionamiento manual en Pumarín, «a título de prueba». Nuestro alcalde de entonces, Cueto-Felgueroso Granda, andaba por Madrid; en gestiones con el Ministerio de la Vivienda, según decían, y le suplía Dionisio Fernández-Nespral Aza, quien se encargó de acompañar «al gobernador militar de Asturias en su visita a las instalaciones militares de Gijón». Pasaron revista en El Coto y, para reponer fuerzas, almorzaron con otras autoridades en el parador nacional Molino Viejo. Y así, poco a poco, pasaba la vida.
