Coronavirus en Asturias | La Perrera de Oviedo busca hogar a las mascotas de personas hospitalizadas

«Os pedimos acogida temporal para esos animales que vienen de tener todas las atenciones de un hogar y hoy se ven en la perrera». Es el llamamiento que lanza el Albergue de Animales de Oviedo con el objetivo de apelar a la solidaridad ciudadana para acoger a las mascotas de enfermos que actualmente se encuentren hospitalizadas por coronavirus. Eso sí, no todo el mundo puede presentarse, hay que cumplir una serie de requisitos: deberán ser personas que ya tengan un perro en su domicilio para «evitar la picaresca del paseo», especifican. El estado de alarma permite sacar de casa a las mascotas para que hagan sus necesidades, siempre cerca de la vivienda, y son muchos los que ahora desean tener un animal que les sirva de 'salvoconducto' en la cuarentena. Y eso es lo que precisamente pretenden evitar desde el Albergue de Animales.

Han comenzado esta campaña tras recoger a diversas mascotas de personas ingresadas por COVID-19 que no pueden cuidar de ellas y esperan encontrar familia de acogida temporal.

No solo eso. Otra de las posibles consecuencias de la actual crisis sanitaria es el aumento del número de animales abandonados, sobre todo en el entorno rural.

Personas de avanzada edad que residen en la ciudad pero tienen animales en zona rural y dejan de acudir a alimentarles por miedo a ser sancionados. Este es el perfil, según los responsables del Albergue, de quienes pueden incrementar la balanza. «Nos exponemos a una crisis de animales abandonados», advierte Eva Rodríguez, responsable de la perrera.

En estos días están recibiendo «muchas llamadas» de personas pidiendo un justificante que acredite que poseen animales fuera de su lugar habitual de residencia para poder mostrárselos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o a la Policía Local en caso de que les paren. «Ese justificante no existe», aclara Rodríguez.

El problema, explica, es que se corre el riesgo de que muchos animales sufran malnutrición o abandono. «Hay gente muy mayor que se toma muy en serio las indicaciones dadas en cuanto a las prohibiciones y teme más una multa de la Policía que dejar solos a sus animales». Incide en que se puede y se debe acudir a atender a los animales. «Es una obligación porque si no se hace se estaría incurriendo en un delito de maltrato animal por inanición», subraya.

La perrera municipal es otro de los centros que han tenido que cerrar al público. Se han cancelado las visitas y por lo tanto, reducido el número de adopciones. Intentan revertir la situación a través de las tecnologías de la comunicación. «Nos entrevistamos con las familias que quieren adoptar de manera telemática. Les preguntamos qué tipo buscan y si reúnen las condiciones preparamos toda la documentación para que solo tengan que venir a recoger al animal».

En cuanto a la recuperación de perros extraviados, también ha habido una disminución. «Ahora recogemos uno o dos diarios que entregamos directamente al propietario en su domicilio para que no se tenga que desplazar hasta aquí».

El trabajo dentro de las instalaciones continúa sin muchos cambios. «Nosotros ya extremamos la higiene y la desinfección por el tema de la parvovirosis y lo hacemos con el mismo método que utilizan para desinfectar las calles: agua y lejía», concluye Eva Rodríguez, responsable del Albergue de Animales.