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Elena Cuesta
Martes, 22 de octubre 2024, 10:33
La muerte de la conocida deportista italiana Giulia Manfrini ha sacudido al mundo del surf. Un pez aguja le provocó una herida mortal en el pecho de cinco centímetros. Manfrini, de 36 años, estaba surfeando en la isla Pulau Masokut, situada en Indonesia, cuando inesperadamente el animal «le saltó encima y le atravesó el pecho».
Fue Lahmudin Siregar, jefe en funciones de la Agencia Regional de Gestión de Desastres de las Islas Mentawai, quien confirmó la triste noticia del fallecimiento de la surfista. El ataque de este espécimen, que no supera el metro de longitud, pero cuyo pico es capaz de perforar tejidos blandos fácilmente, había sido tan letal como una lanza. «El pez aguja es conocido por su capacidad de salto y velocidad, lo que lo hace particularmente peligroso en caso de contacto directo», puntualizó Siregar en su comunicación con medios locales indonesios.
La surfista fue trasladada de inmediato al hospital más cercano, donde los servicios médicos no pudieron hacer por salvarle la vida. Su fallecimiento ha provocado conmoción entre sus seguidores, quienes han expresado sus condolencias y sentido pésame a través de las redes.
Giulia Manfrini, muy querida, era muchas cosas: licenciada en Derecho en Turín, campeona de snowboard, surfista de nivel internacional, instructora de apnea, influencer y cofundadora de una agencia de viajes. Pero, sobre todo, amaba el surf. Natural de Venaria Reale (Italia), recorría el mundo persiguiendo olas. Había establecido su base en Algarve, al sur de Portugal, en el Atlántico. Desde Cantabria hasta las Maldivas, siempre buscando la mejor ola.
El pez aguja es fácilmente reconocible por su pico alargado y delgado, que se asemeja a una aguja. Su aspecto es distintivo, con una mandíbula prominente y dientes afilados, lo que les permite atrapar a sus presas con eficacia. Suele habitar en aguas cálidas y tropicales, y es común en los océanos Índico y Pacífico.
La criatura puede elevarse de la superficie del agua a unos 60 kilómetros por hora (km/h), considerando a los usuarios que se encuentran en las proximidades de la costa como meros obstáculos a los que ataca con su pico, provocando heridas de gravedad en ciertos casos. No obstante, estos no lo hacen por un tema de agresividad, sino como una manera de sobrepasar los elementos que se encuentran en su camino. Por su rapidez y dureza en su ataque, no es extraño encontrarse numerosos casos registrados en la zona del océano Pacífico. Sobre todo a pescadores y buceadores.
Un encuentro con este animal puede significar un peligro inminente. Para evitar tragedias, te contamos algunas recomendaciones para minimizar el riesgo:
- Nadar en áreas seguras: Siempre elegir zonas de baño que estén bien señalizadas y donde se informe sobre la presencia de fauna marina.
- Observar el comportamiento del agua: Si se notan saltos de peces en el agua, habrá que estar alerta y mejor considerar salir del área.
- Mantener la calma: Si un pez aguja se aproxima, es vital no entrar en pánico. Se debe mantener la calma y retirarse lentamente.
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