El reparto de urnas funerarias alimenta las dudas sobre la cifra real de fallecidos en China
La población empieza a recoger las cenizas de sus seres queridos tras la reapertura de algunas empresas de pompas fúnebres
ZIGOR ALDAMA
SHANGHÁI.
Domingo, 29 de marzo 2020, 03:59
Las fotografías se extienden como la pólvora en las redes sociales. La más compartida muestra un almacén en el que se guardan las urnas funerarias que contienen los restos de los fallecidos por el coronavirus en Wuhan, epicentro de la pandemia. 'Caixin', uno de los pocos medios de comunicación que hacen periodismo de investigación en China, afirma que hay apiladas 3.500.
También relata cómo el conductor de un camión que transporta 2.500 afirma que ha hecho ya dos viajes en sendos días con esa carga. Y, finalmente, 'Caixin' subraya que quienes fueron a recoger los restos de sus seres queridos cuando las funerarias reabrieron a principios de esta semana, tuvieron que esperar hasta cinco horas en fila para recibir la urna.
«Además, las autoridades aseguran que van a entregar 500 urnas al día hasta el 4 de abril, coincidiendo con el Festival Qingming -equivalente a Todos los Santos en el gigante asiático-. Los números no cuadran», comenta a este diario un periodista que trabaja para un medio estatal y que pide no revelar su nombre. «Las cifras que da el Gobierno son falsas. Ha muerto más gente», afirma una doctora de Hubei que también pide mantenerse en el anonimato por miedo a represalias.
Efectivamente, China sostiene que en Wuhan se han contagiado 50.006 personas, de las cuales 2.535 han perdido la vida. Los datos oficiales han sido polémicos desde el inicio: primero se demostró que seguían una progresión aritmética perfecta que provocó sospechas razonables entre los epidemiólogos, luego se modificaron los criterios y se produjo el mayor incremento diario en el número de casos, y ahora se sabe que no se contabilizan los casos asintomáticos, aunque luego den positivo en los tests.
No obstante, en esta coyuntura es imposible determinar si las estadísticas que ofrecen las autoridades chinas son veraces, porque no hay forma de confirmar que todas esas urnas funerarias estén llenas o que contengan las cenizas de quienes han fallecido debido al coronavirus y no a causa de otras enfermedades. «Ha sucedido en otras ocasiones y volverá a pasar. Nunca sabremos cuánta gente ha muerto», sentencia el periodista chino. «Pero este no es un problema exclusivo de China. También las cifras de los países europeos provocan dudas», apostilla. Es el caso de Francia, que hasta ahora ha venido contabilizando oficialmente los contagios y fallecimientos en los hospitales, pero no en domicilios ni residencias.
Lo que sí dejan en evidencia diferentes vídeos es que China no proporcionó al mundo la información correcta en la fase inicial de la epidemia. «La capacidad infecciosa de este coronavirus no es elevada. No descartamos que se puedan registrar contagios entre humanos, pero el riesgo de transmisión sostenida es bajo» dijeron entonces. Poco hay que añadir.
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