El Rey asiste a la boda de su ahijado asturiano
Felipe VI acudió esta mañana al enlace de Felipe López y Lorena Meana en la pequeña iglesia de Deva, donde fue recibido con cariño a la puerta del templo gijonés por el novio, los invitados y algunos vecinos de la localidad
A lo largo de la mañana, la pequeña iglesia de San Salvador de Deva, en Gijón, estaba siendo decorada con cariño por la gente de la parroquia. Hoy era un día especial, porque se casaban Lorena Meana, gijonesa muy vinculada a la parroquia, donde toda su familia ha venido realizando bautizos, comuniones y otras celebraciones, y Felipe López, el ahijado asturiano del Rey Felipe. Él mismo había confirmado a EL COMERCIO que su padrino estaba en la lista de invitados, aunque no había recibido confirmación de su asistencia. Sin embargo, cuando faltaba media hora para la hora señalada -el enlace era a la una de la tarde-, comenzó a llegar personal de seguridad de la Casa del Rey, que confirmaban a este periódico que sí, que don Felipe estaría en la boda. Y cuando faltaban unos minutos para la hora señalada, lo que hasta ahora habían sido rumores por el pueblo, confirmaciones a medias y el deseo de los contrayentes -«sería un honor que pudiese venir», nos decía Felipe López antes de saber que lo haría, quedó confirmado con la siempre llamativa presencia del Rey de España, que con sus 197 centímetros de altura destacaba sobre la nube de invitados, amigos y vecinos de la localidad que se habían acercado a acompañar a los novios.
El Rey asiste al enlace de su ahijado en GijónVer 92 fotos
Las gaitas empezaron a sonar y don Felipe se acercó con una sonrisa en la cara a la puerta del templo, de origen prerrománico pero totalmente reconstruido tas la guerra civil. Allí le esperaba Felipe, su ahijado, que le recibió emocionado. Ambos entraron en el templo junto al resto de invitados. A la hora señalada llegó la novia, que entró en la iglesia mientras sonaba la 'Salve' marinera.
Noticia Relacionada
Una boda con el Rey en la lista de invitados
Felipe López la había dado la noticia al Rey el pasado mes de octubre, en su habitual encuentro en Oviedo durante los Premios Princesa. «Me felicitó, se puso muy contento», explicaba el joven licenciado en Economía y Derecho que desarrolla su vida laboral en Madrid, donde vive con Lorena, licenciada en Farmacia. Siempre ha mantenido su relación con don Felipe, desde que aquel lejano año de 1990, por mediación de Graciano García, entonces director de la Fundación Princesa de Asturias, el entonces Príncipe y la Casa del Rey decidieron que sí, que no era mala idea que don Felipe apadrinase al primer niño que iba a nacer en San Esteban de Cuñaba, primer lugar que fue reconocido con el título de Pueblo Ejemplar de Asturias. El Príncipe había visitado la localidad de Peñamellera Baja para entregarles el galardón y allí había conocido a Milagros y Eugenio en la casa que estaban arreglando. Ella estaba embarazada, y entonces surgió la idea. Y la idea fructificó. Desde entonces, además de sus encuentros anuales en Oviedo y varias recepciones en Madrid, siempre ha habido cartas, algún regalo en momentos puntuales y llamadas telefónicas entre ambos.
La presencia de Felipe VI hoy en un pequeño pueblo de Asturias viene a confirmar, tal y como explica Graciano García, hoy director emérito de la Fundación y presente también en el enlace, «el enorme cariño que el Rey tiene a Felipe, que además es un excelente chaval, que siempre ha sido discreto, educado y que además es muy trabajador», describe el veterano periodista. También habla muy bien de Lorena, «una chica encantadora, muy inteligente y que es todo amabilidad». Al igual que fue Graciano García quien, en nombre del Rey, asistió al bautizo de Felipe López en su día, también fue él quien le sustituyó como testigo en los trámites previos al enlace. Hoy, sin embargo, el Rey de España no se ha querido perder la ceremonia, dando un paso más en su estrecha relación con el que fue su Principado, título que ahora ostenta la Princesa Leonor, futura reina de España.