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El talento no sabe de género

El talento no sabe de género

Una exposición fotográfica reúne a varias mujeres de éxito caracterizadas como hombres para reflexionar sobre la masculinización del triunfo. «No pueden ser lo que no pueden ver, las chicas precisan referentes femeninos»

Isaac Asenjo

Madrid

Miércoles, 5 de junio 2019, 11:59

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Ainhoa, Laura, Nerea o Maite son mujeres de éxito, referentes en su ámbito laboral y tienen el potencial necesario para inspirar a las nuevas generaciones. Todas forman parte del ámbito tecnológico, un sector en el que cerca del 90% de la industria está monopolizada por hombres, como explica la periodista especializada Emily Chang en su libro 'Brotopia', en el que realiza un repaso al origen de algunos estereotipos y narra ciertas prácticas comunes en el sector que, inconscientemente, perpetúan la hegemonía masculina. En España, según el Instituto de la Mujer, las trabajadoras del sector STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) apenas suponen el 28% del total. Según el informe Panorama de la educación 2017, elaborado por la OCDE, en 2015 sólo el 24% del alumnado en ingenierías, producción industrial y construcción fueron mujeres. La proporción bajaba hasta el 12% en el caso de las facultades y escuelas de tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Y es que cuando se habla de éxito en algunos terrenos, la imagen suele irse a hombres que han llegado hasta la cima. Esa masculinización del triunfo sirve para la reflexión que realiza la exposición 'Protagonistas del año', llevada a cabo por el Banco Santander dentro del proyecto Generación 81, y que reúne una colección de catorce fotografías de mujeres referentes en la sociedad española, caracterizadas como si de hombres se tratasen. 'Hombres del año' que son mujeres. Algunas de ellas son muy conocidas para el gran público y otras no lo serán tanto. Entre las seleccionadas se encuentran las periodistas Ana Rosa Quintana y Gloria Lomana, la nadadora Mireia Belmonte la cantante lírica Ainhoa Arteta, la ingeniera aeroespacial Ainhoa Cid, la emprendedora Laura Lozano, la inspectora jefe de policía Paloma Heredia, la investigadora Charo Ortín, la empresaria Maite Barrera, la cocinera Pepa Muñoz, la directora de orquesta Lucía Marín, la CEO de la compañía tecnológica Siemens Nerea Torres, la ganadera María Pía Sánchez o Silvia Ortas, primera mujer controladora aérea en España. Pioneras y triunfadoras en su trabajo.

Fotografiadas por Teresa Peyrí, las protagonistas han querido dar visibilidad a modelos de referencia femenino rompiendo estereotipos de género. El nombre de la campaña publicitaria hace referencia al año 1981, en el que «culmina el reconocimiento de la igualdad en la gestión de las finanzas entre hombres y mujeres», según el banco. Ese año, además, llegó a España la equiparación fundamental entre marido y mujer y la nueva ley de divorcio, después de que esta se aboliese durante la dictadura franquista.

Junto a los catorce retratos de las mujeres protagonistas, se expone una fotografía dinámica, desarrollada en tiempo real a través de inteligencia artificial. ¿Qué valores crees que son precisos para ser protagonista del año? Esta es la pregunta que tendrán que responder los asistentes a la exhibición a través de los dispositivos digitales instalados en la sala. Sus contestaciones compondrán un retrato en blanco y negro que configurará un rostro femenino único en representación de los valores más votados.

«Es importantísimo mostrar a las más pequeñas los referentes femeninos, puesto que no pueden ser lo que no pueden ver»

Ainhoa Cid

Ainhoa Cid (Vitoria, 1990) es ingeniera aeroespacial y fundadora de la empresa de nanotecnología satélite Karten Space. «En la sociedad actual, somos personas multitarea, multifuncionales. Tenemos que ser activas y autónomas para llegar a todos los roles que se nos otorgan: madre, esposa/compañera, trabajadora profesional, cuidadora, sostén emocional, administradora y por encima de todo: mujer. Y además, mujer significa demostrar constantemente que podemos hacer las cosas igual o mejor que los hombre y ser constantemente cuestionadas sobre cómo desempeñamos todos», destaca en una entrevista a este periódico.

La vitoriana cree que en el sector de la tecnología persiste una importante brecha de género. «Está altamente masculinizado y esto creo espacios de exclusión. Más de una vez he leído que, en entornos laborales altamente masculinizados, las mujeres tratan de pasar desapercibidas con la finalidad de dejar de ser el centro de atención. Hay que crear espacios comunes y, para que haya más mujeres, hay que impulsarlas a estudiar STEM. Hay que mostrarles los referentes», responde.

¿Qué dificultades ha enfrentado a lo largo de su carrera por el hecho de ser mujer? «Más de una vez, en reuniones laborales a las que he acudido con alguno de mis compañeros, los asistentes han dado por hecho de que el CEO de Karten Space es alguno de ellos y no han mostrado reparo en hacerlo visible. También viví una situación bastante desagradable cuando, al otorgar a Karten un premio, el responsable de una de los startups finalistas comentó que era obvio que íbamos a resultar ganadores, ya que quedaba mejor en prensa premiar a una mujer».

¿Qué contestas cuándo te dicen que las chicas no tienen interés en la tecnología? ¿Conviene insistir a las más pequeñas para que sean técnicas o científicas? «Desde pequeñas nos han empujado a identificar la tecnología con algo masculino y se debe a que siempre nos han mostrado los grandes referentes en ciencia y tecnología…masculinos. Más allá de Marie Curie, pocas referencias femeninas aparecen en los libros de texto. Es lógico, por tanto, que tradicionalmente el número de mujeres interesadas por este sector sea menor al de hombres, porque no nos han enseñado que nosotras también podemos hacerlo. Es por eso que es importantísimo mostrar a las más pequeñas estos referentes, puesto que no pueden ser lo que no pueden ver».

«Es necesario insistir de las ventajas que supone trabajar en tecnología para las mujeres, debe hacerse desde las escuelas y universidades»

Laura Lozano

Laura Lozano (Madrid, 1988) es emprendedora en los campos de IoT, Big Data y co-fundadora de la startup Chargy. «El rol que ocupa la mujer en el mundo de la tecnología a nivel mundial está en puesto secundario, ocupamos pocos lugares en la participación, pero si nos enfocamos a puestos de directivas o de fundadoras, el porcentaje desciende drásticamente. La inclusión de la mujer en el campo de la tecnología es fundamental para reducir la desigualdad social dado que son unos de los trabajos mejores pagados y demandados en el mercado», reflexiona.

La empresaria destaca que la brecha de género existente en el sector tecnológico se debe a «una cuestión educacional» puesto que es un campo que «siempre estuvo más enfocado a los hombres, y concretamente de un perfil 'friki', que se refleja en series de TV como Silicon Valley o Big Bang Theory; un enfoque que no resulta muy atractivo», destaca.

¿Qué dificultades ha enfrentado a lo largo de su carrera por el hecho de ser mujer? La única anécdota graciosa, fue en una ocasión al acudir a dar una conferencia, me preguntaron que de quién era la ayudante, y yo muy orgullosa respondí que de nadie, yo era la CEO de Chargy y quien impartiría la conferencia.

¿Qué contestas cuando te dicen que las chicas no tienen interés en la tecnología? ¿Conviene insistir a las más pequeñas para que sean técnicas o científicas? «Es necesario que también se creé tecnología teniendo en cuenta los gustos y necesidades de las mujeres, y no hay nadie mejor para dar esa visión que una mujer. Es necesario insistir de las ventajas que supone trabajar en tecnología para las mujeres, debe hacerse desde las escuelas y universidades. Es fundamental dar visibilidad a las mujeres que están triunfando en este campo, para que más niñas y niños se inspiren en seguir sus pasos».

«Si las carreras tecnológicas fuesen explicadas y orientadas en clave social probablemente tendrían una mayor aceptación»

Nerea Torres

Nerea Torres (Madrid, 1972) es CEO de la compañía tecnológica Siemens en España. «Venimos de una época en la que para poder destacar hemos tenido que demostrar mucho más de lo que era esperable y deseable. El momento actual es un momento de cambio en el que la mujer puede empezar a tener la oportunidad de demostrar en igualdad de condiciones. Es por ello importante aprovechar el momento y hacer el cambio cultural y educativo en el que hombres y mujeres persigamos conjuntamente una sociedad y un mundo empresarial más justo y más competitivo», defiende.

La empresaria destaca que la brecha de género en el sector al que ella pertenece se debe a «unos patrones culturales que siguen fijos en nuestro entorno». Torres cree que lejos de mejorarse el índice de representatividad, «a medida que se sube en la pirámide organizativa, la presencia de la mujer en los puestos de mayor responsabilidad y dirección va disminuyendo de forma dramática».

«Es cierto que hay compañías tecnológicas que han hecho nombramientos de mujeres en los máximos cargos organizativos y que están consiguiendo importantes éxitos y consecuciones. En mi opinión, el problema de la brecha de género se debe a la existencia de prejuicios inconscientes, incluso en las personas que se consideran defensoras de la igualdad de oportunidades. Por eso es importante que para que no sólo la mujer crezca en presencia cuantitativa, sino también cualitativa, se implante de forma sistemática dentro de las compañías políticas y programas a favor de la igualdad de oportunidades»

¿Qué dificultades ha enfrentado a lo largo de su carrera por el hecho de ser mujer? «Todas las mujeres hemos tenido algún capítulo poco agradable por condición de género. Unas en mayor o en menor medida. En cualquier caso, yo siempre intento ver el lado positivo de las cosas y opino que todas esas circunstancias y dificultades en el fondo sirven para forjar la personalidad de cada individuo. Ello contribuye a dotarte de mayor resiliencia, que en definitiva, es una herramienta enormemente útil para continuar con determinación persiguiendo tu sueño».

¿Qué contestas cuando te dicen que las chicas no tienen interés en la tecnología? ¿Conviene insistir a las más pequeñas para que sean técnicas o científicas? «En mi equipo tengo mujeres tecnólogas tan válidas y apasionadas por la tecnología como cualquiera de sus compañeros hombres. Sólo es una cuestión de hacerlo atractivo. La forma de enseñar también tiene un importante impacto en lo que decidimos hacer y a lo que queremos dedicarnos en nuestro futuro profesional. Según ciertos estudios, la mujer tiene una inclinación mayor hacia aspectos más sociales y filantrópicos. Si las carreras tecnológicas fuesen explicadas y orientadas en clave social probablemente tendrían una mayor aceptación. Parece ser que a los catorce años las niñas y los niños comienzan a definir sus orientaciones profesionales de futuro, alejándose la mayor parte de las niñas de las ramas tecnológicas. Por eso creo que es importante trabajar en etapas tempranas para que se les pueda orientar y ganen seguridad antes de que sea demasiado tarde. Programas como Technovation son muy interesantes porque incitan a que las niñas en esas edades participen en concursos desarrollando aplicaciones y modelos de negocio tecnológicos. Esto les abre el apetito por la tecnología y, queda demostrado, aquellas que participan acaban orientando su educación y futuro en esa dirección. Así que, desde luego que conviene insistir a las más pequeñas en que se hagan técnicas o científicas, actualmente nos vemos inmersos en una profunda transformación digital para ellas es una oportunidad que no deben desperdiciar, a la vez que es imprescindible que el talento femenino sea parte del cambio y lo co-lidere para crear un mundo mejor».

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