Escaso premio del Sporting en Riazor

El equipo de Rubén Albés no hizo un mal partido en tierras gallegas. Se presentó en A Coruña con personalidad y atrevimiento, pero de nuevo estuvo falto de un hombre con olfato goleador que castigara al adversario.

Los primeros minutos del Sporting enmudeció a la afición local. Con una presión alta hizo que el Deportivo se encontrara incómodo en su casa. Pudo marcar, pero no hubo chispa en el ataque. Los doce disparos rojiblancos en comparación a los tres de los deportivistas son un claro ejemplo de la superioridad visitante.

Cuando el Dépor intentó reaccionar al gran inicio de los hombres de Albés, los rojiblancos recuperaron el pulso del choque antes del descanso para sembrar de dudas el estadio coruñés. Todo hacía indicar que con un ataque ordenado y un poco de puntería los tres puntos viajaban a Gijón.

Tras el descanso se volvió a repetir la historia. El partido se jugó más en el campo del Deportivo que en el del Sporting. Es más, salvo la acción del gol, los locales apenas inquietaron a Yáñez. Que bien es cierto que salvó el punto con una gran parada en los únicos dos minutos en los que el Dépor se creyó con la capacidad de llevarse el partido.

El buen hacer del Sporting tuvo premio con un gran tanto. Dubasin, que junto a Nacho Méndez, Queipo, Róber Pier y Maras, fue de lo más destacado, recuperó el esférico en el centro del campo para asistir desde la banda derecha a Nacho Méndez. El gol hizo estallar a los cientos de sportinguistas que acudieron a animar a su equipo.

Lo que pocos se esperaban es que entre Nacho Martín y Nacho Méndez se liaran para despejar un balón y este terminara en la portería de Yáñez. Justo cuando estaba a punto de cumplirse el tiempo reglamentario. Lucas Pérez aprovechó el regalo para asistir a Mello y batir al portero rojiblanco. Ver para creer.

El Deportivo se encontró el gol del empate y despertó a su afición durante dos minutos. Fue cuando el Sporting se notó algo presionado en un estadio que no disfrutó de su equipo, a merced de los rojiblancos la mayor parte del tiempo.

El final del choque se volvió a jugar más cerca de la portería local, pero no hubo ni acierto ni fuerzas ni ideas para que los tres puntos viajan de vuelto a Asturias junto a la 'Mareona'.

Al menos, se sumó un punto fuera de casa. Ahora toca hacerlo bueno en El Molinón ante el Córdoba.