«Es el mejor centrocampista que vi nunca»

En Noreña lo descubrió Iván Díaz Cuetos, actual entrenador del Langreo B, extécnico de las categorías inferiores del Sporting y exseleccionador regional. «Era un chico pequeño, delgadito, que destacaba sobre el resto no por su velocidad o destreza con el balón, sino por su manera de ver el partido. Jugaba y hacía jugar a sus compañeros», dice Díaz.

La grave lesión de Nacho Méndez y las bajas de última hora de Gragera y Pedro le abrieron las puertas de una convocatoria de Abelardo. No era la primera vez que un entrenador lo llamaba para ir con 'los mayores'. Ya el año pasado David Gallego le reclutó hasta en seis ocasiones, pero nunca llegó a debutar. El viernes fue distinto. Abelardo le quiso dar le la oportunidad y diez minutos ante el Villarreal B entrando en lugar de Pol Valentín. No fueron muchas las ocasiones que tuvo de demostrar su talento durante esos escasos minutos, pero sirvieron para que se llevarse el recuerdo de estrenarse con una victoria y sus primeros aplausos de El Molinón.

«Nacho es un chico que ya desde muy joven se le veían unas condiciones especiales a la hora de jugar al fútbol», explica su exentrenador, que destaca que su fútbol no se distingue por regates inverosímiles o carreras espectaculares, pero sí por cómo analiza el fútbol. «Ve los partidos como nadie, nunca he visto a alguien así en Mareo», afirma el técnico. A juicio de Díaz Cuetos, Nacho Martín tendría que haber avanzado mucho más rápido en las categorías inferiores del club. Hay equipos que hacen competir a sus jugadores de primer año en categorías superiores con el fin de que aprendan a competir. Eso en Mareo rara vez ha ocurrido, pero Díaz Cuetos sí que se lo llevaba con la Selección Asturiana cadete cuando era de primer año. «Fuimos a un Campeonato de España y quedamos subcampeones y en el equipo estaba Nacho. No se arrugó en ningún momento pese a ser más pequeño que el resto», explica.

Al noreñense le acompaña la suerte de tener un buen físico, un buen tren inferior que le ayuda a aguantar el balón si le vienen a presionar, no es lento y toca bien el balón, pero si destaca por algo es por su visión de juego. «Analiza muy bien el juego, de hecho en los últimos años ha mejorado incluso sin balón y se posiciona muy bien lo que hace que cuando recibe la pelota ya sabe lo que tiene que hacer», cuenta Iván Díaz.

Abelardo puede tener un faro, un vigía que de momento se luce con el filial. Es un fijo en las alineaciones de Dani Mori. Solo se ha perdido el partido de este fin de semana ya que se había ganado un merecido descanso tras debutar en El Molinón.

Aunque las comparaciones no suelen ser buenas si se quiere comparar el juego de Nacho con el de algún otro futbolista de la casa, se puede asegurar que a quien más se parece es a otro Nacho, en este caso a Nacho Cases. «Que me perdonen todos los jugadores que he tenido, pero es el mejor que vi nunca en Mareo», dice Iván Díaz y explica su opinión al considerar que «cuando ves un futbolista y analizas su juego ves que muchos destacan por su habilidad con las dos piernas, por su velocidad o regate, pero por ver el fútbol muy pocos y eso es diferencial».

La carrera de Nacho Martín, siempre de rojiblanco, parece encarrilada. Quien lo conoce sabe que es un chico serio, trabajador y con la cabeza amueblada. Comenzó estudiando para fisioterapeuta en la Universidad de Oviedo, con una nota de corte de 12,447, una de las más altas. Los horarios le hicieron cambiar a ADE, carrera que cursa actualmente. «Conociendo a su familia sé que no se va a torcer. Siempre le han apoyado y también exigido cumplir con sus obligaciones. En Mareo se suelen pedir las notas y las de Nacho siempre fueron de las más altas».

Abelardo puede haber encontrado el recambio a Nacho Méndez o una nueva vía si Pedro o Gragera recaen. Rivera también se apunta al barco de 'El Pitu' y Zarfino nunca se ha bajado, pero ahora Nacho Martín pide un hueco un abordo del primer equipo.