Los objetivos del Sporting de Gijón en la recta final: la salvación, el honor y 300.000 euros

El Sporting de Gijón tiene en su mano conseguir la permanencia en Segunda, el nuevo objetivo de un club que inició la temporada con un proyecto creado para tratar de lograr el ascenso. Con siete puntos de distancia sobre el Eldense, que marca la zona de quema, además del 'golaveraje' a favor, la plantilla que dirige Asier Garitano está cerca de certificar de manera matemática que la próxima temporada volverá a intentar el regreso a Primera. No hay objetivo que esté por delante en la lista de prioridades.

Lo que dejarán las cinco jornadas que aún están por disputar es la lucha por acabar lo mejor en la clasificación, una pelea que conlleva un premio económico. El Gobierno dejó establecido en un decreto de 2015 el mecanismo por el que se regula el reparto de los derechos de televisión, que se comercializan de forma conjunta entre los 42 clubes que componen la Liga de Fútbol Profesional. Es este organismo el que tiene la decisión sobre el encaje fino de los números, pero la base del reparto la estableció en su día el Gobierno y sigue vigente para todos los actores.

Lo que se explicita en ese decreto es que la mayor parte del pastel va a parar a los equipos de Primera División, que se llevan un 90% del conjunto de los derechos. En la pasada temporada la tarta pesaba 1.498 millones de euros, de los solo 147 fueron a parar a los clubes de Segunda División. El resto se quedó en la máxima categoría.

La división de cada una de las dos tartas se realiza de una forma similar en la que la posición en la tabla de clasificación de la temporada que se cierra tiene importancia, pero no es el vector que más pesa. En Segunda División, el 70% de todo lo que se recibe se reparte de forma igualitaria entre los 22 clubes, un porcentaje que baja al 50% en el caso de Primera. Para el reparto del 30% restante se utilizan dos variables: el resultado clasificatorio de la campaña anterior y un concepto que la legislación llama implantación social, que mide el número de abonos e ingresos en taquilla de las últimas cinco temporadas y las aportaciones a la generación de recursos para los derechos de televisión. Cada uno de los apartados se pondera con un 15% del total de los derechos televisivos.

El Gobierno, cuando redactó el decreto que regula este reparto, añadió una tabla con los porcentajes que les corresponden a los clubes por su posición en la clasificación a final de temporada. El manual incluye solo 20 equipos, por lo que La Liga cuenta con una ligeramente distinta en la que se ponderan los números para llegar a 22 equipos. En la tabla del Gobierno se establece que el campeón de la competición percibe el 17% de la parte de los derechos dedicada a compensar la situación clasificatoria. Tomando como ejemplo las cantidades que se repartieron en la pasada temporada, el montante que se llevó el Leganés ascendió a unos 3,4 millones de euros. Las cantidades van decreciendo hasta llegar a los 50.000 euros del último clasificado.

En el caso del Sporting, y atendiendo a las cifras de la pasada campaña (las de la presente aún no se han hecho públicas por parte de La Liga), el conjunto rojiblanco percibiría cerca de 300.000 euros si acaba en la decimoquinta posición que actualmente ocupa. Las posibilidades de escalar puestos sigue sobre la mesa. El Huesca, que tiene nueve puntos más que el Sporting, parece ya inalcanzable, pero no el Albacete, a una victoria de distancia. El undécimo puesto de los castellano-manchegos elevaría la cifra a percibir por los rojiblancos en unos 300.000 euros, un pequeño empujón para el límite salarial de la próxima temporada.

Las cantidades totales que el Sporting ha venido percibiendo en las últimas temporadas por la comercialización de los derechos de televisión se mueven entre los 8,4 y los 6,8 millones de euros. La situación clasificatoria del equipo ha tenido influencia, pero también el tamaño de la tarta a repartir. Las dos últimas campañas han sido las de menor trasvase de dinero a los clubes, una variable que se ha notado a la hora de hacer el reparto.

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